El Valle de Carranza, bajo las pesadas moles de las peñas de Ranero, ¡una sorpresa!. Ésta tiene forma de cueva y está habitada por una comunidad de seres espigados y puntiagudos, que durante siglos, han permanecido fieles a la oscuridad.
Son las extalactitas excéntricas, "la variedad mas expectacular de estas esculturas naturales" que habitan en la cueva de Pozalagua, una de las curiosidades geológicas mas espectaculares de Euskadi y un misterio científico pendiente de resolución.
La cavidad de Pozalagua fué descubierta en 1957 gracias a una afortunada casualidad: un grupo de obreros que se encontraban barrenando una cantera cercana, dieron, tras una potente explosión, con un acceso a las intimidades de la tierra: Lo que vieron fué una amplia cavidad de 125 metros de longitud en que las formaaciones rocosas parecen imitar árboles, flores, e incluso plantas de coral robadas al fondo marino.
Solo dos agentes han participado en la creación de semejante monumento: el tiempo y la naturaleza, dando a luz espacios de surreal atractivo como la sala de Versalles.
Un último consejo: para acceder se recomienda ropa de abrigo, las profundidades de la tierra son gélidas.
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