sábado, 30 de julio de 2016

Verdades a medias: ¿Sábes lo que pasa si dejas de comer pan?



pan

Ante el simplismo, las medias verdades y la falta de información de este artículo brindamos una perspectiva más amplia sobre la eliminación de los carbohidratos.
Vale destacar que la reducción de carbohidratos esta “de moda” (aunque realmente no es nada nuevo, sino que era la forma de alimentación del hombre paleolítico) debido a sus grandes beneficios para la salud, entre los que destacan: la regulación endocrina, particularmente de la insulina, reducción de la inflamación corporal, mejoraras cognitivas, reducción del cáncer y un efecto antienvejecimiento, entre otros.
Para reducir los carbohidratos es necesario hacerlo de acuerdo a un protocolo: La tendencia de eliminar los carbohidratos no deja de crecer. Las harinas siguen cuestionadas. Pero, ¿qué pasa en tu cuerpo cuando las suprimís?
Los alimentos de granos no son todos iguales. Así que si deshechás granos refinados, granos integrales o carbohidratos en general, los resultados pueden variar a gran escala, asegura el periódico El instransige
¿Qué cambia en tu cuerpo cuando los eliminás?
– Perdéis peso de agua: Cuando reducís tu consumo de carbohidratos, lo primero que notarás es lo rápido que pierdes peso. Pero no es grasa lo que estás perdiendo, es agua.
Comentario: Realmente la pérdida de agua se debe a que el organismo esta comenzando a desinflamarse y a deshacerse de la retención de líquidos, lo que no implica deshidratación.
– Te sentís mal por falta de carbohidratos: Son la fuente primaria de energía para el cerebro. ¿Cuál es el resultado? Tienes mal aliento, boca seca, fatiga, debilidad, mareo, insomnio, náusea y torpeza. Prácticamente sientes como si tuvieras una gripe muy fuerte. Esto sucede porque los carbohidratos son el combustible preferido de tu cuerpo.
Comentario: Aunque el cerebro utilliza glucosa cuando la fuente de alimentos principal son los carbohidratos, funciona incluso más eficientemente cuando lo hace con cetonas. Las cetonas que provienen de las grasas son el combustible alterno que emplea el organismo bajo las condiciones de pocos carbohidratos.
Las sintomas antes descritos son normales en una transición a una dieta baja en carbohidratos como la dieta paleo o la dieta cetogénica y son temporales, no permanentes.
– Tus antojos se reducen: Los carbohidratos refinados son conocidos por provocar dependencia y adicción a ciertos alimentos, lo que causa que tengamos más antojos.
Comentario: Cierto. Al reducir los carbohidratos los antojos desaparecen. Los carbohidratos causan esos efectos de distinatas maneras; favorecen el desarrollo de microorganismos que se alimentan de ellos como la cándida, y contienen opiáceos que engañan al cerebro y estimulan al organismo a obtener otro rush de azúcar.
– El riesgo de enfermedades del corazón y diabetes aumenta o disminuye (según el tipo de pan): El tipo de granos que dejás de comer hace mucha diferencia en este punto. Los refinados incrementan el riesgo de problemas del corazón y de diabetes del segundo tipo. Por otro lado, la Asociación Americana del Corazón, declara que los granos integrales mejoran los niveles de colesterol y disminuyen el riesgo de problemas cardiacos, obesidad, y diabetes del segundo tipo.
– Tus niveles de energía se desploman: Las harinas refinadas causan cansancio excesivo. Sin embargo, los granos enteros son una excelente fuente de hierro, magnesio y vitamina B, los cuales son necesarios para mantenerte despierta y activa.
– No podés ir al baño: La mayor cantidad de la fibra que tu cuerpo recibe proviene de los granos enteros. La fibra no sólo ayuda a tu sistema digestivo, ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre, a prevenir la obesidad, y reduce el riesgo de enfermedades crónicas.
– Te ponés de mal humor: No sólo estarás de mal genio por el estreñimiento. Los carbohidratos, sean refinados o integrales, incrementan los niveles de seratonina, el neurotransmisor del cerebro que te hace sentir bien.

viernes, 29 de julio de 2016

La alcachofa y su relación con la pérdida de peso, ¿Mito o realidad?


Todos conocemos las famosas propiedades adelgazantes que se atribuyen a la alcachofa, de hecho, es muy popular la dieta de la alcachofa.

Sin embargo, ¿sabemos en qué se fundamenta dicha dieta? ¿Conocemos si es realidad su efecto adelgazante?
Trataremos de conocer cuáles son las verdades y cuáles los falsos mitos acerca de ésta hortaliza, mediante la información acerca de sus nutrientes.
La alcachofa es una hortaliza muy antigua que tiene componentes muy positivos para la salud, entre ellos, destaca la presencia de inulina, un carbohidrato que se metaboliza lentamente en el organismo, por lo que resulta muy favorable en casos de diabetes.
Es muy rica en fibra, lo cual también contribuye a reducir la glucosa en sangre y controla lo niveles de colesterol sanguíneo, protegiendo al mismo tiempo, contra el estreñimiento.
Tiene muchos minerales, tales como el fósforo, hierro, magnesio, calsio y potasio y, entre las vitaminas, destaca la vitamina B1, niacina y vitamina C, con fuerte acción antioxidante.
Por otro lado, contiene cinarina, una sustancia que estimula secreción biliar favoreciendo la digestión de las grasas y además, ejerce un efecto diurético que previene la retención de líquidos.
Posee, fitoesteroles que contribuyen a controlar los niveles de colesterol en sangre y flavonoides con acción antiinflamatorio, lo cual protege contra las enfermedades cardíacas, por ejemplo.
Lo más importante a destacar es que, la alcachofa tiene menos de un 1% de grasa, y poca cantidad de hidratos y proteínas, por lo tanto, su valor calórico es muy bajo (alrededor de 22 calorías por cada 100gramos).
En base a su composición, podemos decir que, debido al efecto diurético, a su bajo aporte de grasas y sus escasas calorías, se toma a la alcachofa como un “alimento mágico” a la hora de perder peso.

Sin embargo, no existe un “alimento milagroso” para adelgazar, sino que sus propiedades resultan beneficiosas si además, se complementan con una dieta variada y equilibrada.
Por otro lado, cabe aclarar que su efecto facilitador en la digestión de las grasas se confunde habitualmente con un supuesto “rol quema grasas”, lo cual no es verídico.
Es decir, la alcachofa sólo ayuda a digerir las grasas, pero no produce lipólisis y si bien tiene un efecto depurativo, si nuestra alimentación es rica en grasas y azúcares, nunca ganaremos en salud, aún comiendo alcachofa.
Su efecto diurético es verdad, al igual que la saciedad que produce y el resto de los beneficios, pero un único alimento no puede lograr un descenso de peso eficaz y duradero, sino que para ésto se requiere un estilo de vida sano que conjugue ejercicio físico con una dieta variada y equilibrada.

martes, 26 de julio de 2016

¿Duerme poco? ¡No se extrañe si engorda!

Si usted es de esas personas que duerme pocas horas o cree que su cuerpo no necesita más descanso, no debería extrañarse si le cuesta bajar de peso e incluso tiende a engordar más que otras personas que sí descansan lo suficiente. 

Y es que cada vez es mayor la evidencia científica de que dormir poco está directamente relacionado con el peso. Está demostrado que al descansar menos de lo que se debe, se pone en marcha un proceso químico en el organismo que incrementa la ansiedad y las ganas de comer. 

Pero no sólo eso. Además de aumentar el apetito, la falta de descanso provoca que éste se agudice a las horas del día a las que más engorda la comida (hacia la tarde-noche) y también que se prefieran los alimentos más calóricos y menos saludables. 

Eso es lo que ha confirmado un estudio internacional publicado en la revista Sleep en el que se demuestra cómo afecta la falta de horas de sueño a la sensación de hambre y a la imposibilidad de resistirse a lo que los investigadores llaman “premios de aperitivos altamente apetecibles”; es decir, galletas, dulces, bocadillos, patatas fritas… 

De acuerdo con los resultados de esta investigación, al dormir pocas horas se pone en marcha un proceso en el que se amplifican y extienden los niveles sanguíneos de una señal química -el endocannabinoide 2-araquidonoilglicerol (2-AG)- que incrementa la ansiedad y las ganas de comer. 

Erin Hanlon, uno de los investigadores, asociado en Endocrinología, Diabetes y Metabolismo en la Universidad de Chicago, Estados Unidos, lo explica de este modo: “hemos encontrado que la restricción del sueño eleva una señal que puede incrementar el aspecto hedónico de la ingesta de alimentos, es decir, el placer y la satisfacción obtenida de comer. Quien tiene una barra de ‘Snickers’ y ha dormido lo suficiente, puede controlar su respuesta natural, pero la capacidad para resistirse a ellos de quien ha dormido pocas horas puede verse afectada”.

Un almuerzo ligero más al día

Los chicos y chicas participantes en el estudio no pudieron evitar elegir este tipo de alimentos tras haber dormido menos horas, incluso pese a haber comido dos horas antes ¡el 90% de las calorías necesarias al día! 

Así, durante la prueba, los participantes que habían dormido apenas 4 horas vieron prolongarse sus picos de ansiedad y terminaron comiendo casi el doble de grasas que los que habían dormido cerca de 8 horas. Esta cantidad contrasta con las 17 calorías que se queman, de media, en cada hora de vigilia, según los mismos investigadores. 

La conclusión es que quien duerme poco llega a consumir en torno a 300 calorías más al día que quien duerme lo suficiente. Es decir, lo equivalente a comer ¡un almuerzo ligero más al día! Una diferencia que, obviamente, tarde o temprano termina notándose a la hora de ponerse sobre la báscula. 

En aquella ocasión él aprovechó para recomendarle una excelente solución (para la mayor parte de los casos) con la que combatir el mal descanso y dormir todas las horas que el cuerpo necesita. Y por ello yo he decidido reenviarle aquel texto a continuación, para que tenga siempre a mano esa información tan útil para su bienestar. 

Dormir poco da hambre

Cuando no se duerme lo suficiente se ingieren casi 300 calorías diarias más que cuando se ha descansado debidamente, según un estudio de la Universidad de Columbia. 

Ese efecto es especialmente devastador para las mujeres, que son quienes más incrementan la ingesta de alimentos en caso de falta de sueño: 329 calorías más frente a las 263 calorías de los hombres (cuando las mujeres en principio necesitan menos calorías que los hombres).

En una vida laboral de oficina, una mujer precisa entre 1.800 y 2.200 calorías diarias, mientras que un hombre necesita entre 2.500 y 3.500. Las 329 calorías equivalen, en el caso de ellas, a un almuerzo ligero de más al día.

Calorías buenas y calorías malas

Y eso no es todo: calcular las calorías sin tener en cuenta el tipo de alimento ingerido no tiene mucho sentido. Existen calorías buenas y calorías malas. Las calorías malas son, principalmente, aquellas que se encuentran en el almidón y en los cereales refinados, ya que causan picos de insulina en la sangre, especialmente cuando se tuestan (pan tostado, aperitivos fritos, cereales del desayuno, bollería, patatas fritas...). Las calorías buenas son aquellas que se encuentran en el aceite crudo, la verdura y la fruta fresca, las oleaginosas (nueces, almendras, nueces de Brasil...) y los productos animales no transformados y cocinados a baja temperatura.

Además, son precisamente las mujeres que duermen poco, más aun que los hombres, quienes tienen tendencia a consumir las calorías de más en forma de aperitivos, pizzas, patatas fritas, golosinas y helados.

El helado es el alimento preferido durante el estado de falta de sueño”, sostiene Marie-Pierre Saint-Onge, profesora adjunta de nutrición en la Universidad de Columbia y autora principal del estudio. “La falta de sueño nos hace comer de más, lo cual deberá tenerse en cuenta cuando se quiera perder peso".

Un combate contra nuestro propio cuerpo

Anteriores estudios han demostrado que no dormir lo suficiente tiene las siguientes consecuencias en relación al apetito:

  • Aumenta los niveles de ghrelina, una hormona que estimula el apetito.
  • Disminuye los niveles de leptina, una hormona que suprime el hambre y aumenta la velocidad del metabolismo, es decir, la generación de energía por el cuerpo.
En consecuencia, luchar contra el apetito, y sobre todo contra el picoteo, cuando no se ha dormido lo suficiente, supone luchar contra nuestro propio cuerpo, que nos envía señales en todos los sentidos para que nos entren ganas de comer más.

Lo que nos lleva de nuevo a la cuestión de la importancia de dormir bien.

Es difícil dormir bien

Hay que tener en cuenta que en general estamos más “ocupados” de lo que lo estaban nuestros padres o abuelos a nuestra edad. 

No es que trabajemos más, pero ver la televisión hasta tarde por la noche, tener internet las 24 horas del día, los smartphones (que para muchos se han convertido en indispensables compañeros de vida, y para algunos, por desgracia, en su mejor -por no decir único- “amigo”)… todos estos aparatos nos estimulan hasta el punto de que los periodos de inactividad, de calma, de descanso y de aburrimiento se reducen considerablemente. Muchos de nosotros vivimos en entornos en los que dormir las horas necesarias supone todo un reto. Porque cuando se tienen demasiadas cosas que hacer, el tiempo de sueño suele ser lo primero que se sacrifica.

Y como en general no existe la posibilidad de recuperar por las mañanas el tiempo de sueño perdido (por trabajo o por tener que preparar a los hijos para el colegio), la única solución es acostarse más temprano.

Solución milagrosa (a veces)

Una solución a menudo milagrosa al problema es prescindir de la televisión. No resulta fácil, pero algo que todos podríamos hacer es quitar la televisión del dormitorio. Si se sustituye la televisión por la lectura en la cama, en seguida se sentirán los párpados pesados y mejorará la calidad del sueño.

Numerosos especialistas recomiendan establecer una rutina que consiste básicamente en acostarse y levantarse a una misma hora todos los días. Es evidente que se adapta mejor a nuestro “reloj biológico”, pero la realidad es que no resulta fácil seguir esa norma. Demasiadas dificultades, demasiados imprevistos ocupan nuestras vidas para que, como hacían los antiguos campesinos, podamos acostarnos con la puesta de sol y levantarnos con el canto del gallo.

En cambio, lo que sí podemos conseguir es meternos en la cama un poco más temprano con una cierta regularidad. Adelantando la hora de la cena nos quedará tiempo después para ordenar la casa, leer, charlar o incluso para labores más importantes. Aunque sobrevenga algo inesperado, podremos, en principio, acostarnos una hora antes de lo habitual, lo que nos deja margen para un buen y reparador descanso nocturno.

Si se está bien descansado, se picotea menos al día siguiente y nuestras arterias nos lo agradecerán.

¡A su salud!
Juan-M. Dupuis 

domingo, 24 de julio de 2016

Artrosis: en lugar de analgésicos, mejor refuerce el cartílago y la densidad ósea

Hace un par de meses envié un texto hablando de un suplemento que nos gustaba mucho para tratar los problemas en las articulaciones (rigidez articular, dolor…) debidos a diferentes patologías (artrosis, osteoporosis…). Como despertó mucho interés, he decidido reenviar ese mismo texto (puede verlo más abajo), pero antes me gustaría precisar algo sobre este producto. 

Contiene glucosamina, sulfato de condroitina, metilsulfonilmetano y harpagofito, cuatro ingredientes muy eficaces para preservar la integridad de los cartílagos y la estructura y densidad ósea. Nos gusta especialmente por la combinación de estos cuatro principios en las dosis precisas, pero también por la enorme calidad de la materia prima, su pureza y su forma de elaboración.

Cuando descubrimos este producto que nos llamó tanto la atención, quisimos compartirlo con nuestros lectores, y más aún dado que lo elabora un laboratorio extranjero (suizo) que no distribuye sus productos en nuestro país en los herbolarios, por lo que no iba a ser fácil que nuestros lectores dieran con él al visitar su tienda habitual.


Esto es especialmente llamativo en el caso de la condroitina, puesto que la condroitina pura y de buena calidad exige un procedimiento de producción costoso y complejo, que no todos los fabricantes están dispuestos a asumir. La condroitina que utiliza este laboratorio suizo está fabricada a su vez por un laboratorio español de renombre mundial especializado en ingredientes para la protección de las articulaciones y tiene una pureza del 95 %. Es el mismo que ha sido seleccionado para suministrar condroitina a las investigaciones científicas más importantes.

También es español el laboratorio del que se obtiene la glucosamina, pues también es el que garantiza la mayor calidad. Por su parte, el metilsulfonilmetano que contiene se obtiene por destilación para obtener la máxima pureza, y el harpagofito procede de plantas cultivadas en Namibia, el lugar de procedencia de esta planta. Es decir, que cada componente concreto que se utiliza, se ha buscado allí donde era el mejor.

Todo esto se lo cuento para que entienda por qué le recomendábamos ese producto en concreto, pues es difícil encontrar una calidad igual en el mercado, y también para que pueda ir con la lista de ingredientes a su herbolario si prefiere adquirir un producto en su tienda habitual.

Sí le puedo asegurar que los lectores que sufren problemas articulares y han empezado a tomar ya el producto que les recomendamos están muy satisfechos con los resultados, según nos han contado. Lo habitual es notar mejoría al cabo de algunas semanas, pero algunos lectores aseguran que se encuentran mejor incluso pasados sólo unos días. También hay otros lectores que han empezado a tomarlo sin sufrir ningún problema articular de momento, sino precisamente como prevención.

Y una última recomendación: hable con su médico si desea ampliar la información o plantearle dudas referentes a su caso concreto (por ejemplo, si usted estuviera siguiendo ya algún tratamiento o sufre algún problema de salud adicional). En caso de duda, siempre debe pedir consejo a su médico.

Artrosis: evite la trampa de los analgésicos

La artrosis empieza con frecuencia con una sensación de rigidez por las mañanas en una articulación.

Uno siente como si le fueran metiendo un clavo en la rodilla, en la espalda o en la cadera; otras veces son las manos las que duelen tanto que hasta el gesto cotidiano más simple (como abrir una botella o limpiar las verduras) se convierte en un auténtico suplicio.

Estos dolores llevan a muchas personas a pensar, erróneamente, que sus articulaciones están desgastadas, que ya han dado de sí todo lo que tenían que dar y que no se puede hacer otra cosa que apretar los dientes y atiborrarse de analgésicos.

Pero no es así en absoluto cómo funciona la cosa: su cuerpo es un ser vivo y las articulaciones tienen la capacidad de regenerarse, siempre que les aporte los nutrientes que necesitan para vivir y fortalecerse. Así lo demuestran los últimos estudios científicos, de los que le voy a hablar aquí, que le harán ver que es posible aliviar sus dolores y devolver a sus articulaciones la movilidad y la flexibilidad.

Podrá volver a dar largos paseos, hacer manualidades y jardinería, cocinar, jugar con sus nietos, irse de viaje... y olvidar ese dolor intenso que se irradia por todo el cuerpo.

La artrosis puede aliviarse con nutrientes específicos

Se ha producido un giro sustancial en el tratamiento de la artrosis a raíz de la publicación del importante estudio The Moves. En él se hizo un seguimiento de un total de 606 pacientes que padecían artrosis primaria de rodilla con dolor de moderado a severo durante seis meses en 42 centros médicos de Francia, Alemania, Polonia y España. 

Los resultados del estudio se presentaron en junio de 2014 en el Congreso Europeo Anual de Reumatología, e indican que los efectos combinados de la condroitina y la glucosamina, sustancias presentes de forma natural en el organismo, son comparables a los que se obtienen con antiinflamatorios.

Este estudio ha abierto los ojos a muchos profesionales de la salud, aunque los resultados que presenta no son totalmente nuevos. Otras investigaciones ya habían mostrado antes la importancia de una suplementación con glucosamina y condroitina. Así, dos estudios clínicos llevados a cabo en personas que padecían artrosis de rodilla mostraron que la ingesta diaria de 1.500 mg de sulfato de glucosamina durante tres años permite bloquear el avance de la enfermedad.

En un estudio controlado doble ciego llevado a cabo en 120 personas que padecían artrosis de rodilla, la utilización de sulfato de condroitina durante un año permitió reducir el dolor de los pacientes y detener la destrucción del cartílago.

La enorme ventaja de estas dos sustancias naturales es que son totalmente seguras y no provocan ninguno de los efectos indeseables ligados a los antiinflamatorios cuando se toman durante un tiempo prolongado (destrucción del cartílago, perforación gastrointestinal...).

Los fármacos contra el dolor agravan la degradación de los cartílagos

Y lo que es aún peor, algunos estudios han demostrado que los fármacos antiinflamatorios aceleran el desarrollo de la artrosis al agravar la degradación del cartílago, los huesos y los tendones.

Se sabe igualmente desde hace tiempo que, cuando se toman durante un periodo prolongado, pueden provocar hemorragias digestivas al perforar la pared del estómago y el intestino.

La acción de los nutrientes antiartrosis es muy diferente

Para comprender mejor esta diferencia, es importante tener en cuenta, como le he comentado antes, que estos nutrientes se hallan ya en el organismo de manera natural.

La glucosamina es un aminoácido que el organismo fabrica de forma natural a partir de la glucosa y la glutamina. En cuanto a la condroitina, se trata de un componente esencial del cartílago.

Estos nutrientes actúan de manera muy diferente a los fármacos contra el dolor, ya que poseen la capacidad única de penetrar en el líquido sinovial.

El líquido sinovial es una sustancia viscosa, transparente y ligeramente amarillenta que baña las articulaciones, cuya función esencial es asegurar la lubricación de éstas y alimentar el cartílago. Para desempeñar sus funciones correctamente, el líquido sinovial necesita cantidades suficientes de glucosamina y condroitina. Estos nutrientes hacen posible la fabricación de proteoglicanos, moléculas esenciales en la biología de las células del cartílago.

El problema es que el contenido de glucosamina y condroitina en el líquido sinovial va disminuyendo con la edad, que es la razón por la que el cartílago puede endurecerse, agrietarse o provocar dolores.

Tratar la enfermedad “desde dentro”

Estará conmigo en que, si se sufre artrosis, parece más inteligente tratar la enfermedad “desde dentro”, aportando a su organismo los nutrientes que necesita para actuar sobre el origen del problema, en lugar de limitarse a tomar antiinflamatorios, ¿no es así?

Por eso en los complementos nutricionales puede estar la solución real al problema de la artrosis. Y digo “puede” con toda intención, pues no todos los complementos son iguales.

Por ello hoy quiero hablarle de la composición que debe tener el complemento nutricional ideal para luchar con eficacia frente a la artrosis.

La glucosamina y la condroitina restauran el cartílago

Es lo que demuestra el estudio The Moves en cuanto a la combinación de glucosamina y condroitina, y lo que igualmente confirma Jacqueline Lagacé, especialista en inmunología y exdirectora de un laboratorio de investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Montreal: “Estimamos que la ingesta de estos dos productos mejora el estado de los artrósicos en aproximadamente un 80 % de los casos”.

Según el estudio The Moves, para ser eficaz en pacientes que padecen artrosis severa el contenido combinado de glucosamina y condroitina debe ser de 1.500 mg de glucosamina y 1.200 mg de condroitina.

Y no vale cualquier condroitina. Hay fabricantes que venden productos procedentes de cartílago molido con la denominación de “condroitina”, cuando la verdad es que no contienen apenas.

En 2007, controles efectuados a laboratorios poco escrupulosos demostraron que algunos de esos productos que se comercializan a base de cartílago molido no contienen en realidad más que un 5 % de condroitina, una dosis demasiado baja para esperar el efecto pretendido en las articulaciones. Por eso es tan importante, a la hora de elegir un suplemento, analizar qué es lo que contiene cada fórmula cuando hablan de “condroitina”.

El MSM reduce hasta en un 82 % los dolores artrósicos

La acción de la glucosamina y la condroitina se ve reforzada por el metilsulfonilmetano (MSM), una sustancia activa natural presente en cantidades ínfimas en determinados alimentos (huevo, leche, cebolla) y que refuerza la producción espontánea de sulfato de condroitina, sulfato de glucosamina y ácido hialurónico, las sustancias que confieren elasticidad a las articulaciones.

Gracias al azufre que contiene, el MSM contribuye a mantener en buen estado los tejidos conjuntivos (tendones, dermis profunda, colágeno y cartílago, entre otros). El azufre es esencial para la acción del glutatión, un neutralizador de radicales libres muy potente, necesario para la formación y la restauración de la matriz celular del cartílago.

Un estudio doble ciego ha mostrado una reducción del 82 % del dolor en pacientes artrósicos tras un tratamiento de seis semanas y otro estudio publicado en 2011 demuestra el efecto del MSM en pacientes con artrosis.

La glucosamina, la condroitina y el MSM actúan en sinergia

Varios estudios clínicos han demostrado que los resultados obtenidos por la combinación de glucosamina, condroitina y MSM son mejores que cuando se toma por separado cada producto.

Según los resultados de un estudio publicado en 2009, se observa una mejoría significativa de la movilidad de las articulaciones en aquellas personas a quienes se asigna una combinación de glucosamina y MSM. Si bien a cada uno de estos productos se le atribuye eficacia para aliviar los dolores de la artrosis, es la combinación de ellos la que ofrece mejores resultados.

El harpagofito tiene unos potentes efectos antiinflamatorios

El extracto de harpagofito tampoco debe faltar en un buen suplemento frente a la artrosis.

El harpagofito es una planta originaria de África que también se conoce como “garra del diablo”. Se ha demostrado mediante estudios científicos que esta planta tiene la capacidad de reducir el nivel de citoquinas, los agentes ligados a la inflamación. 

Un estudio publicado en 2003 revela una notable reducción del dolor y de los síntomas de la artrosis en 75 pacientes tratados con harpagofito. El dolor remite entre un 25 y un 45 %, mientras que la movilidad aumenta otro tanto. Además, como los omega 3, inhibe las enzimas que digieren el cartílago. 

Otros estudios han revelado igualmente que el harpagofito es como mínimo tan eficaz como los coxibs (inhibidores de la ciclooxigenasa que se venden con distintos nombres comerciales: Celebrex, Artroxil, Celecoxib, Miodar...), pero tiene muchos menos efectos indeseables. 

Una combinación de cuatro sustancias activas naturales para tratar la artrosis

Como ha visto, glucosamina + condroitina + MSM + harpagofito forman el equipo de “los cuatro magníficos” para luchar contra la artrosis.

Le aseguro que la combinación de estos cuatro ingredientes juntos puede hacer maravillas por su artrosis, actuando directamente en las articulaciones desde la primera toma, para aliviar sus dolores y frenar, o incluso revertir, la degradación de los cartílagos.

Pero pese a ello debo advertirle que no es un remedio milagroso (como por otra parte tampoco lo son los fármacos antiinflamatorios) que le vaya a librar de los dolores en unos días. Si la artrosis ya lleva años afectando a su cuerpo, es poco realista pensar que vaya a librarse de ella de la noche a la mañana.

Todos los estudios realizados sobre el tema señalan de hecho que un tratamiento de larga duración es lo que le va a permitir:

  • restaurar la flexibilidad y la movilidad de las articulaciones.
  • reducir los dolores de forma significativa y permanente.
  • reparar los daños causados por la artrosis y reconstruir el cartílago.
Dé una oportunidad a sus articulaciones, incluso si ya había perdido las esperanzas. Verá que si todos los días les aporta los nutrientes que necesitan, recuperarán poco a poco su flexibilidad y elasticidad y los dolores disminuirán.

Además, si combina el aporte de un estos nutrientes específicos con una buena alimentación y ejercicio físico, el efecto será mayor, y sentirá poco a poco que sus dolores van disminuyendo, sus articulaciones irán recuperando elasticidad y aumentará su movilidad.

¡Podrá volver a realizar actividades que ya tenía casi olvidadas sin notar esos dolores punzantes!

Contrariamente a lo que habrá oído por todas partes, la artrosis no es ni definitiva ni inevitable. Si quiere ayudar de verdad a sus articulaciones, busque un complemento nutricional de calidad y lea bien la letra pequeña de su composición. Compruebe que contiene los cuatro ingredientes de los que le he hablado y asegúrese de que son de la calidad óptima (por ejemplo, ¡que no le den gato por liebre dándole cartílago molido en lugar de condroitina pura!) y en las dosis adecuadas.

Quizá pueda encontrar fórmulas que cumplan estos requisitos. Pregunte a su naturópata de confianza.

En Tener S@lud hemos descubierto un producto del que nunca le habíamos hablado, que la verdad es que nos ha sorprendido. Se trata de Artaliv, un suplemento nutricional de los laboratorios Cell’innov cuyo desarrollo y composición se basa precisamente y punto por punto en las últimas investigaciones.

Y es que los investigadores han trabajado lo suficiente en este asunto y hoy sabemos qué principios naturales son los que logran verdaderos resultados, que son los cuatro que le he explicado: glucosamina, condroitina, metilsulfonilmetano (MSM) y harpagofito. Pero no en cualquier cantidad, sino que es necesario que estas sustancias activas se utilicen en las dosis recomendadas por los estudios científicos de referencia.

En España este producto aún no es conocido, al contrario que en países como Francia o Suiza. Por eso no le extrañe si no había oído hablar hasta ahora de él. Para nosotros ha sido un gran descubrimiento. Cumple todos los requisitos en cuanto a composición, además de los más altos estándares de calidad en su elaboración.

  • La condroitina que utilizan procede de un laboratorio español de renombre mundial, especializado en ingredientes para la protección de las articulaciones, que no es casualidad que haya sido seleccionado para suministrar la condroitina que se utiliza en las investigaciones científicas más importantes.
  • El sulfato de glucosamina presente en su fórmula se obtiene del caparazón de crustáceos, utilizando varios ciclos de extracción y purificación para transformar la quitina de los caparazones en glucosamina de elevada pureza. Ofrece una biodisponibilidad del 90 % en el organismo humano.
  • La dosis de harpagofito que contiene es de 500 mg de extracto de la raíz de la planta, titulado al 5 % de iridoides totales, que son los componentes activos de la planta.
  • El MSM (metilsulfonilmetano) se produce por destilación, que es el único método que permite obtener un producto de gran pureza y muy seco, lo que garantiza la máxima eficacia.
Para elaborar Artaliv, Cell’innov utiliza para cada una de estas cuatro sustancias activas las dosis recomendadas por los estudios científicos de referencia, dando además siempre preferencia a las formas más puras y de mayor bioactividad. Es la forma de lograr que, actuando todas juntas, sean capaces de frenar e incluso revertir el proceso de la artrosis. Si le recomendamos Artaliv es después de haberlo estudiado a fondo.

Al tomarse cuatro comprimidos de Artaliv al día (dos por la mañana y dos por la noche), usted estaría tomando exactamente 1.500 mg de glucosamina para reconstruir en profundidad los cartílagos, 1.200 mg de condroitina para mejorar la elasticidad de las articulaciones, 500 mg de MSM para reducir los dolores y 500 mg de harpagofito para aliviar la inflamación, lo que se corresponde exactamente con las recomendaciones que han hecho los expertos en los informes y estudios que le he comentado (en las fuentes al final de este artículo puede encontrar la información completa de cada uno, por si quisiera profundizar en ellos).

Con su composición alta en principios activos, en tres meses debería notar:

  • un alivio notable de los dolores articulares y una reducción significativa de las molestias que siente al hacer tareas tan sencillas como escribir con un bolígrafo, lavar los platos o abrir una botella.
  • una disminución progresiva de la rigidez en las articulaciones, en especial las que se sienten por la mañana al levantarse.
  • un aumento sensible y duradero de la movilidad de las articulaciones (caderas, rodillas, hombros, muñecas y dedos), que le permitirá realizar con más facilidad movimientos más amplios.
  • una disminución del estrés y la irritabilidad causados por el dolor.
Y los efectos serán aún más llamativos pasado algo más de tiempo (por ejemplo, seis meses).

Hay otra cosa de este laboratorio que nos ha llamado la atención, y es que ofrece un servicio gratuito para ayudar a las personas que desean comprometerse con sus “buenos propósitos” en el cuidado de su salud a largo plazo (que es la forma de conseguir que este tratamiento sea más eficaz).

Y es que Cell’innov le garantiza el envío automático de sus productos a medida que los vaya necesitando, asegurándole que nunca se quedará sin ellos y de esta forma no se interrumpirá su tratamiento, de manera que le ayudan a lograr el compromiso de “buenos propósitos” que usted ha adquirido con sus articulaciones. Tenga la seguridad de que la constancia es lo que va a marcar la diferencia.

Unos meses deberían ser suficientes para comprobar una mejoría real en sus articulaciones, aunque probablemente con este producto del que hoy le hemos hablado notará antes los primeros efectos beneficiosos.
¡A su salud!
Luis Miguel Oliveiras y el Equipo de Tener S@lud 

sábado, 23 de julio de 2016

Estos son los alimentos que te ponen de mal humor

Para muchas personas es fácil estar de buen humor y siempre andar con una sonrisa, pero también hay personas que se les hace difícil mantener un sereno y jovial estado de ánimo. Aunque varios crean que esto se debe al carácter o la personalidad, la verdad es que también puede deberse a las comidas que consumen.

Existen ciertos alimentos que por su cantidad de componentes pueden afectar tus estados emocionales, así sea porque causan retención de líquidos o por sus excesivos aditivos, señala el diario español ABC.
Varios de estos productos suelen ser los favoritos de muchos, pero sus propiedades afectan los niveles de serotonina del cuerpo, más conocida como la “hormona de la felicidad”. Estos alimentos suelen llevarla a un peak, pero luego desciende rápidamente y así pasamos de la felicidad momentánea al mal humor de golpe.
Si quieres cambiar tu estado de ánimo y no andar cascarrabias, deja de consumir estos alimentos:
Cafeína
A muchos les es imposible comenzar la jornada sin una taza de café. Sin embargo, el exceso de cafeína altera el estado de ánimo llegando a provocar cuadros de ansiedad, nerviosismo y cambios de humor bruscos.
Papas fritas
Este es uno de los peores alimentos para incluir en la alimentación y no sólo por su alto contenido calórico. La mayoría de los aceites usados en su preparación, que generalmente son reutilizados, disminuyen la actividad cerebral provocando cambios de humor.
Embutidos
Las carnes procesadas, como los embutidos, salchichas o hamburguesas, contienen altos niveles de conservantes. Éstos y otros aditivos pueden provocar dolores de cabeza, mal humor y retención de líquidos, lo que te puede hacer sentir incómodo durante el día.
Margarina

Bebidas sin azúcar
A pesar de que no tienen azúcar y que aportan un bajo contenido calórico, este tipo de líquidos contiene aspartamo, un contenido cancerígeno y nocivo para la salud. Además, al tener sustitutos del azúcar igual afectan el estado de ánimo, creando una montaña rusa de emociones.
Soy Espiritual 

viernes, 22 de julio de 2016

Invocación al Arcángel Rafael para curar cualquier enfermedad incurable

Cuando vamos a recibir sanación, es importante estar sinceramente dispuestos, aunque no Hay muchos métodos de sanación  la medicina tradicional, que son los especialista en sanar el cuerpo físico, traumatólogos, oncólogos, sanadores capaces de realizar sanaciones de enfermedades qué normalmente llamaríamos “incurables”, como parálisis, cáncer, esclerosis múltiples. Pero ¿existe lo que llamamos” enfermedades”? ¿donde,cómo se origina?.
Cuando nos negamos a ser feliz,cuando renunciamos a nuestros sueños,cuando olvidamos y dejamos relegado a un plano inferior a nuestro niño interno, cuando sacrificamos nuestros sueños, cuando nos sacrificamos indebidamente por alguien para sentirnos Amados,cuando nos sometemos a la matriz del miedo,estamos creando en nuestras energías un campo de cultivo para las enfermedades porque sicomatizamos en nuestro cuerpo y en algunos órganos y enfermamos, hay estudio que se han realizado que el  cáncer toma fuerza cuando hay sufrimientos, una infancia traumática, y entonces las células cancerosas hacen lo suyo. Nuestros campos electromagnéticos (el aura) se debilitan,creando espacios  vacíos (de conciencia) donde la enfermedad puede instalarse y desarrollarse. Esta enfermedad es la que nos recordará lo que tenemos pendiente con la vida, siempre producto de una falta de amor hacia nosotros mismos. Aquí salen a relucir los traumas y las carencias emocionales que nos han hecho llegar hasta este punto. Debemos cuidar nuestros campos electromagnéticos, para evitar agujeros energéticos y se cuelen malas vibraciones, y cómo hacemos eso, pues cuidando nuestra alimentación, relaciones armoniosas y equilibradas podemos prevenir enfermedades y ahorramos dolor, sufrimientos, y si  estamos ya enfermos,es decir,que el desequilibrio ha llegado a afectar a nuestro cuerpo físico, debemos ir al médico para curar nuestro cuerpo físico, y las emociones que genera dicha enfermedad debemos buscar la sanación espiritual. A través de la sanación espiritual, accedemos a una herramienta de autoconocimiento que nos ayudará a tomar conciencia de porqué nos pasa lo que nos pasa, y nos ayudará también, con el tiempo, a recordar quienes somos y que hemos venido a hacer aquí. Ya somos lo que deseamos ser y es solo cuando quitamos el deseo que lo vemos con claridad. No podemos ser mejores,pues ya somos perfectos,pero lo olvidamos porque nos cubren una gran variedad de emociones,el deseo y el sufrimiento.
archangel raphael foto
Cuando vamos recibir sanación, es importante estar sinceramente dispuestos,aunque no tengamos mucha información y no sabemos a donde ir, debemos buscar discernimiento, buscar dirección, y asumir la responsabilidad de querer sanar, y apoyar al sanador, como un progreso conjunto, cuando hay compresión hay sanación, y así habrá una apertura para la sanación. El Amado Arcángel Rafael conocido como “el médico del cielo” y sus ángeles de la Llama verde de la Curación, Sanación, y Vida. Emana energías salutíferas, para los enfermos, guía a los médicos, los centros médicos para que sean sanados, ilumina a los investigadores para encontrar curas nuevas a enfermedades peligrosas e incurables. Ritual de Sanación de Bien Amado Arcángel Rafael. Necesitamos una velita verde. Incienso de Sándalo. Una lamparita verde. Un recipiente para quemar donde escribiras el nombre de la enfermedad. Disponer de un lugar tranquilo y armonioso. Debemes escribir la enfermedad en un pedazo de papel, el nombre científico de la enfermedad y la ubicación donde está alojada. Colocas la velita en un plato blanco, en el centro, flores y Enciendes el incienso,colocas en el recipiente el papel para luego quemar.
Y comienzas la invocación:
“Amado Arcángel Rafael, invoco tu luz verde de la sanación, curación y vida que  me envuelvas y que penetre en todo mi cuerpo. Deseo que me ayudes a sanar en mi la enfermedad que es (nombre de la  enfermedad), pues se que tú eres el Arcángel de Sanación, Curación, Vida. Ilumina a mi médico,para que consiga mi curación.”
En ese momento Enciendes la vela y a continuación enciendes en el recipiente el papel donde has escrito el nombre de la enfermedad, y dejas que se consuma mientras dices:  Consumete, Quema, Borra y cancela. Dejas que se consuma la vela y los puedes hacer cuanto sea necesario y estés curado.
Rezas un Padrenuestro y un Ave María. Puedes usar también la lámpara con un bombillo de color verde.
Mónica

jueves, 21 de julio de 2016

13 alimentos supuestamente saludables… de los que debe huir

Hace unos días escribí sobre un hecho esperanzador: la evolución de nuestros hábitos alimenticios fruto de una mayor concienciación respecto a lo que debemos comer.

Pensando en quienes cada vez más se preocupan por alimentarse bien, hoy quiero dar un paso más allá, y voy a hablarle de 13 alimentos que, pese a que muchos de los que los consumen lo hacen pensando que son saludables, en realidad no lo son.

La comida basura es la principal causa de la epidemia de obesidad y enfermedades cardíacas que padecen las sociedades actuales. Pero lo peor es que muchos creen que comen sano cuando en realidad están consumiendo porquerías.

En este texto quiero hablarle de 13 alimentos llamados “dietéticos”, pero que en realidad no son más que comida basura disfrazada:

1. Los alimentos transformados “bajos en grasas” y “0 % materia grasa”

La guerra contra las grasas saturadas es uno de los peores errores que se han cometido en la historia de la nutrición.

Hoy en día ya ha quedado demostrado que el razonamiento era completamente erróneo, pero los tópicos tienen una larga vida y los conglomerados industriales continúan inundando el mercado de productos con menos materia grasa.

Sin embargo, lo que no explican es que un producto al que se le ha quitado la materia grasa deja de tener sabor y, para compensar que se ha vuelto insípido, los fabricantes le añaden azúcar.

No obstante, los estudios son categóricos: mientras que las grasas saturadas no suponen ningún peligro, consumir azúcar en exceso sí que daña gravemente la salud.

No se preocupe si le sorprende esta afirmación, pues la mayor parte de la población sigue pensando que la grasa es la responsable del incremento del número de personas obesas que afecta a nuestros países. Haga la prueba y pregunte a sus conocidos; ya verá lo que le dicen.

Cuando lea “bajo en grasa” y “0 % materia grasa” en el etiquetado, sabrá que se trata de un alimento altamente transformado y con gran cantidad de azúcar.

2. Los aceites vegetales poliinsaturados

A menudo se aconseja tomar aceites poliinsaturados porque reducen el colesterol (en especial aceite de girasol, de pepitas de uva, maíz y soja).

Pero ¡ojo!: el colesterol es un factor de riesgo y no una enfermedad en sí. Y no se ha demostrado que los aceites vegetales poliinsaturados tengan la capacidad de reducir el riesgo de crisis cardiaca o de accidente cerebro vascular (ACV), que por otro lado es lo que cuenta.

Por el contrario, varios ensayos clínicos han demostrado que estos aceites poliinsaturados pueden aumentar la mortalidad por enfermedad cardíaca y cáncer.

El problema parece ser el exceso de ácidos grasos omega 6 de estos aceites; por eso es mejor usar grasas como la mantequilla o el aceite de coco para cocinar y dejar el aceite de oliva, avellana, nuez o linaza para condimentar.

3. La margarina, que supuestamente protege el corazón

La mantequilla lleva tiempo demonizada, puesto que es rica en grasas insaturadas. Los expertos más destacados llevan décadas promocionando la margarina, pero hoy por hoy sabemos que este consejo nada acertado ha tenido efectos desastrosos sobre la salud pública.

La margarina está hecha de aceites hidrogenados ricos en grasas trans, unidos a compuestos químicos (entre ellos colorantes) para que este conjunto artificial acabe imitando la apariencia y la textura de la mantequilla.


Sin embargo, el “Estudio Framingham sobre el corazón” (Framingham Heart Study, fruto de la colaboración entre National Heart, Lung and Blood Institute y la Universidad de Boston, el estudio epidemiológico más completo e importante de todos los que se hacen, es un estudio que arrancó en 1948 y que analiza a lo largo de décadas datos sobre las enfermedades cardiovasculares y sus factores predisponentes) ha demostrado que las personas que sustituyen la mantequilla por la margarina corren más riesgo de morir de una enfermedad del corazón.

Hoy por hoy, la mayoría de la gente sigue considerando la margarina como una alternativa sana a la mantequilla, así que debo animarle a que extienda la verdad a su alrededor.

Para mejorar la salud, consuma ante todo mantequilla ecológica y evite la margarina y demás alimentos falsos.

4. Los productos enriquecidos con fitoesteroles para proteger el corazón

Algunas personas le dirán que las margarinas de “última generación” son menos ricas en grasas trans y que están enriquecidas con fitoesteroles, que se ha demostrado que reducen el colesterol.

Verá estas margarinas en el supermercado, en el lineal de los lácteos, en un lugar destacado y anunciando su teórico potencial para reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Los fabricantes han creado otros productos enriquecidos en fitoesteroles como los yogures y otros “derivados lácteos”.

Pero los estudios han demostrado que los fitoesteroles son, a pesar de todo, malos para la salud del corazón, tanto que incluso podrían aumentar el riesgo de enfermedades del corazón y fallecimiento, en especial entre las mujeres con la menopausia.

5. El zumo de fruta: azúcar líquido

Los zumos de fruta crean la ilusión de ser una elección dietética. Si el zumo está hecho a base de fruta, se deduce que es tan sano como la propia fruta aunque, en realidad, la denominación “zumo de fruta” es engañosa. Algunos zumos de fruta que encontramos en las grandes superficies no contienen ni rastro de fruta... tan solo llevan aromas artificiales a naranja o piña. En el fondo, no son más que agua azucarada con aroma a fruta.

Por supuesto, puede gastarse un poco más y comprar zumo 100 % de fruta fresca, pero sigue siendo una mala idea. 

Un verdadero zumo de fruta es como una verdadera fruta... salvo que carece de todas las cosas buenas de la fruta, como son las fibras. Lo único que conserva es el azúcar de la fruta. La revista médica The Lancet ha demostrado que se encuentra tanto azúcar en un zumo de fruta “verdadero” como en los refrescos.

Cada zumo es una descarga de azúcar puro que hace saltar el nivel de azúcar en sangre y, a largo plazo, estos picos favorecen el sobrepeso y el riesgo de padecer diabetes.

Si se come una naranja entera, sus fibras frenan la absorción de fructosa por parte del cuerpo y la escalonan a lo largo del tiempo. De este modo se ahorra los efectos nefastos de la fructosa y obtiene el 100 % de los beneficios de la fruta.

6. Los productos “integrales” que supuestamente protegen el corazón

La mayoría de productos “integrales” no están hechos de granos de trigo enteros. El trigo se ha pulverizado en forma de harina y se ha refinado, de modo que esté listo para digerirse, de forma que el trabajo de la mandíbula y de los jugos gástricos de descomposición se reduce al mínimo. Por eso los glúcidos de la harina integral ponen por las nubes la tasa de azúcar en sangre tan rápido como los glúcidos de la harina blanca. La harina blanca y la harina integral se clasifican en la misma categoría por su efecto sobre el índice glucémico (que aumenta la tasa de azúcar en sangre).

A decir verdad, tampoco aconsejo consumir granos de trigo completamente enteros. El trigo moderno no tiene nada que ver con el que consumían nuestros abuelos. En la década de 1960, la investigación agrónoma progresó con rapidez para desarrollar cereales más resistentes, más productivos y más ricos en gluten. Las hibridaciones y los retrocruzamientos desembocaron en la aparición de especies totalmente nuevas que seguimos llamando “trigo”, pero que están tan alejadas del trigo natural como un elefante de un ratón.

El trigo moderno creado en la década de 1970 –que se llama Lerma Rojo 64, Siete Cerros, Sonora 64 o Super X– tiene en efecto 42 cromosomas, mientras que el grano de nuestros antepasados no tenía más que 14. En el ser humano, el hecho de tener un solo cromosoma de más redunda en minusvalías (como en la trisomía del par cromosómico 21, que produce el síndrome de Down) o incluso desemboca en la muerte.

El trigo moderno tiene menos valores nutritivos, en especial menos minerales y provoca reacciones más violentas en las personas intolerantes al gluten. Otros estudios demuestran que podría hacer aumentar la inflamación en el cuerpo y dañar las arterias. (16) (17) (18) (19) (20)

El mejor consejo que puedo darle sería consumir cuanto menos trigo moderno mejor, ya sea integral, entero o refinado.

7. Cereales “adelgazantes” en el desayuno

Muchos cereales para el desayuno se presentan como dietéticos. En la caja se puede leer en letras grandes “rico en vitaminas”, “rico en minerales”, “de trigo integral”, “bajo en grasas”… pero luego, en pequeñito, descubrimos que los ingredientes no son más que cereales refinados, azúcar y aditivos químicos. Realmente es un embuste.

Pero lo que más me saca de mis casillas son esos cereales dirigidos a los niños que se presentan en vistosas cajas multicolores y que regalan juguetes para coleccionar.

8. Productos para picar “sin gluten”

Desde que los ciudadanos se preocupan por el consumo del gluten, los fabricantes han encontrado un filón y todos los productos presentan ahora una versión sin gluten. Esto permite llenar grandes secciones de los supermercados con productos llamados “dietéticos” y crear una idea errónea con facilidad.

Tan solo unos pocos consumidores que se dedican a leer sistemáticamente la lista de los ingredientes no caen en la trampa, mientras que aquellos que llegan al supermercado cansados tras una semana dura de trabajo estarán menos atentos a estas pequeñas estafas.

Estos productos sin gluten también se han transformado, se han refinado y son tan ricos en féculas como sus versiones con gluten. Una chuchería sin gluten no deja de ser una chuchería.

Por eso, escoja alimentos que, por naturaleza, no contengan gluten, como son la verdura, la fruta, la carne, el pescado o los huevos.

9. Los alimentos transformados y con la etiqueta “ecológico”

Los fabricantes cuentan con muchas argucias para venderle esos alimentos supuestamente dietéticos. Así, una palabra mágica que aumenta las ventas es “ecológico”.

Todo puede ser “ecológico”, incluso los alimentos malos para la salud, como las barritas de cereales, las patatas fritas o el azúcar de caña. Sin duda, contendrán menos pesticidas, pero no dejan de llevar el mismo azúcar y los mismos glúcidos. Los alimentos transformados y etiquetados como “ecológicos” no tienen por qué ser siempre sanos. Lea siempre atentamente la etiqueta para saber de qué están hechos.

10. Productos veganos

El último grito entre las palabras mágicas que aumentan las ventas es “vegano”, que designa lo que no es ni animal (carne, pescado) ni producido por los animales (huevos, leche). Vegano se asocia a una alimentación saludable, y por eso los fabricantes se han puesto manos a la obra para elaborar sustitutos veganos hipertransformados, como el beicon o las salchichas veganas.

Para crear la ilusión de comerse un trozo de beicon o salchichas, los productores utilizan agentes espesantes, agentes para dar textura, aromas químicos a beicon, colorantes y agentes conservantes… una cantidad de ingredientes artificiales que desaconsejo a todo el mundo… incluso a los veganos.

11. Las salsas y los aliños preparados

La verdura es excelente para la salud, pero hay quien se queja de que no tiene demasiado sabor, lo que no me extraña lo más mínimo cuando vemos los métodos de producción de verdura no ecológica (sobre todo ahora que ya no se respeta la estacionalidad). Por eso, se aliñan con aceite, vinagre y especias.

Pero la restauración rápida “dietética”, los supermercados y numerosos restaurantes utilizan aliños ya preparados. El problema es que contienen gran cantidad de azúcares, aceites vegetales de bajo coste, ácidos grasos trans, agentes conservantes, agentes químicos para dar textura y colorantes artificiales. Se presentan en botellas de plástico y ocupan estanterías enteras en los supermercados.

Con los aliños industriales, los beneficios de la verdura se ven exterminados.

¡Haga correr la voz! Es urgente, puesto que las ensaladas para llevar y aquellas que sirven los restaurantes son el plato preferido de aquellos que se preocupan por su alimentación.

12. El jarabe de agave

Desde que la población ha tomado conciencia de los efectos nefastos del azúcar, se ha emprendido una búsqueda de alternativas más sanas.

Entre los productos naturales azucarados, encontramos el jarabe de agave, que con frecuencia se utiliza en los productos que se venden como dietéticos. El problema es que el jarabe de agave no es que no sea mejor que el azúcar: es que es incluso peor.

El azúcar contiene mucha fructosa, que hace aumentar de peso cuando se consume en exceso. Para que se haga una idea, si el azúcar contiene un 50% de fructosa… ¡el jarabe de agave contiene entre un 70 y un 90% de fructosa!

Por eso, si los confrontamos, el jarabe de agave es peor que el azúcar de mesa.

Queda claro que un producto natural no es por fuerza un producto saludable.

13. El jarabe de arroz moreno

El jarabe de arroz moreno es otro producto endulzante que a menudo se toma como alternativa dietética al azúcar.

No obstante, se trata de un alimento altamente transformado: para elaborar el jarabe de arroz moreno, hay que mezclar arroz cocido y enzimas que descomponen las féculas del arroz en azúcares simples. Contiene glucosa, pero no fructosa, y es mejor que el jarabe de agave… aunque su índice glucémico sigue siendo de 98, lo que significa que pondrá por las nubes la tasa de azúcar en sangre, todo un factor que contribuye al sobrepeso, la diabetes y las enfermedades cardiacas.

El jarabe de arroz moreno sufre tal transformación que no contiene ninguno de los nutrientes esenciales; no contiene más que calorías vacías.

Algunos científicos han observado que el jarabe de arroz moreno podría estar contaminado con arsénico, un veneno letal, es decir, una razón más para desconfiar de él.

Hay otros productos endulzantes bajos en calorías y menos nocivos para la salud, como la stevia o el xilitol.

Regla de supervivencia en el supermercado

Si una etiqueta clama a gritos que es un producto dietético, es porque no tiene nada de dietético. Los verdaderos alimentos sanos son aquellos que no dan explicaciones, los reconocerá porque son crudos e integrales y no están elaborados ni refinados.

Un alimento sano no va acompañado de una lista de ingredientes, porque él mismo es el único ingrediente.

¡A su salud!

Juan-M. Dupuis y Luis Miguel Oliveiras 

martes, 19 de julio de 2016

El cambio está en marcha: cada vez más sanos


Recientemente, el periódico The New York Times anunciaba un “seísmo” en los hábitos alimenticios de los ciudadanos.

La venta de refrescos ha caído en un 25% desde 1998, que han sido sustituidos principalmente por agua.

Las ventas de zumos de naranja envasados también se han derrumbado hasta un 45% en el mismo periodo. Aunque durante mucho tiempo se promocionó como un elemento esencial de un desayuno sano, hoy en día la gente sabe que se trata de una bomba de azúcar que nada tiene de saludable.

Las ventas de cereales para el desayuno, igualmente de alto contenido en azúcar, han bajado un 25% desde el año 2000, reemplazados por el yogur y el muesli.

Las comidas a base de congelados cayeron un 12% entre 2007 y 2013, y la facturación media de los establecimientos McDonald’s se ha sumido en una espiral a la baja en los últimos años.

Todas estas cifras se corresponden con la evolución de los hábitos alimenticios y de consumo en Estados Unidos, pero sabemos que la tendencia es similar en Europa.

La industria agroalimentaria tiembla: toca reformarse si no quiere desaparecer

Según una encuesta reciente, el 42% de los jóvenes consumidores de entre 20 y 37 años han perdido la confianza en las grandes firmas agroalimentarias, contra únicamente el 18% entre el resto de la población.

Para muchas personas los productos industriales, empaquetados y de larga conservación se han convertido en sinónimo de comida basura, con azúcares añadidos, grasas cocinadas de mala calidad y aditivos de todo tipo. ¡Ya era hora!

El resultado es que las grandes firmas agroalimentarias se ven obligadas a reformular sus prácticas para sobrevivir. Hace sólo unos días el diario Expansión publicaba el nombre de varios fabricantes de comida preparada y chocolatinas que han decidido recomendar el consumo de sus productos únicamente de forma ocasional y en el marco de una dieta completa y saludable, una práctica cada vez más repetida en el sector. (2)

En ese sentido, el artículo de The New York Times ya apuntaba que “la única esperanza que tienen de sobrevivir las históricas firmas agroalimentarias pasa por realizar audaces cambios en los productos que suponen su actividad principal. Tendrán que reducir de forma muy notable su contenido en azúcar, pasarse a la venta de productos locales y orgánicos, integrar más legumbres, frutas y alimentos sanos, crear nuevos productos frescos…”.

El resultado de este cambio de mentalidad entre los consumidores también tiene consecuencias visibles en los supermercados. Estos ya se han visto obligados a ampliar sus secciones de productos frescos, cuyas ventas han aumentado un 30% desde 2009. El consumo de frutas y verduras crudas ha aumentado en un 10% en los 5 últimos años.

Los establecimientos “bio”, en auge en España

España vive en los últimos años un verdadero auge de establecimientos “eco”. Cada vez es más común leer en revistas y páginas especializadas recomendaciones de restaurantes “bio” que acaban de abrir sus puertas, y los supermercados ecológicos hace ya tiempo que han dejado de ser una excepción. La oferta de productos ecológicos en estas superficies es ya prácticamente equiparable a la de los tradicionales, y todo parece indicar que el sector va a seguir creciendo.

Esta tendencia ya ha supuesto toda una revolución en países como Estados Unidos (con un 26% de consumo ecológico) y Alemania (13%). Y aunque en España el consumo “bio” se situaba en torno al 1% en 2015, la alimentación ecológica y sostenible “va a más, y en los próximos años veremos abrir este tipo de comercios por todas partes”, vaticina Ángeles Parra, directora de la feria de productos ecológicos y consumo responsable BioCultura.

Pero la apuesta por este “consumo limpio” supone más que llenar la despensa con unos alimentos y no con otros; es un nuevo modo de vida.

Así, en algunos de estos establecimientos “eco” se invita a los consumidores a acudir con sus propios botes, bolsas y cestas. La ventaja de comprar a granel es que permite comprar únicamente la cantidad deseada, evitando el sobreconsumo. Además, los productos están a la vista y no representados por una fotografía, apetecible pero probablemente falsa. Con ello también se evita el consumo impulsivo que tan inteligentemente explotan los expertos en packaging. Por último, con la compra a granel se reduce la cantidad de residuos que generamos y los mismos productos nos cuestan entre un 15 y un 20% menos.

España, la mayor huerta ecológica de Europa

España es la huerta ecológica de Europa. El aumento en la demanda de productos orgánicos o “bio” ha llevado a duplicar la superficie destinada a estos cultivos en todo el continente en los últimos años, y España va en cabeza como el país en el que más ha crecido el volumen de la agricultura ecológica entre los años 2000 y 2013.

Así, el nuestro es el país con mayor superficie de cultivo biológico de toda Europa, tras haberla multiplicado por 4,2 durante ese período hasta los 1,6 millones de hectáreas (el 16% de la superficie europea total destinada a la agricultura “eco”). Nos sigue Italia con un 13% y Francia y Alemania, ambos con un 10%. (4)



Hasta el año 2.011 se han incluido en los totales el apartado “6 Otras superficies”. A partir del año 2012 se excluyen de los totales este apartado para homologarlo con los datos de Eurostat.
Nota: según la definición de Eurostat en el apartado “6 Otras superficies (Cultivos específicos)” se incluyen las superficies correspondientes a: Terreno forestal y plantas silvestres (sin uso ganadero), Rosa de Damasco, Árboles de navidad, y Otras superficies no incluidas en ningún otro lugar.


Por supuesto, el “boom” del consumo ecológico también se refleja en las estadísticas sobre salud: hoy en día los españoles consumen hasta un 13% menos de calorías diarias que hace 40 años, aunque eso no significa que no exista un problema de sobrepeso y obesidad en nuestro país.

Hemos ganado una batalla, pero no la guerra

De cualquier modo, es demasiado pronto para cantar victoria. Hemos ganado una batalla, pero no la guerra.

Personalmente, sigo asustándome cuando veo lo que la gente coloca en la cinta de la caja registradora del supermercado (las raras ocasiones en las que me dejo ver en uno de ellos).

Mientras yo voy cargado con huevos “bio”, ajo, coles, puerros, aceitunas, sardinas, feta, vinagre de manzana, ensalada, manzanas, almendras y chocolate negro, veo que me rodean carritos llenos de bolsas multicolores de galletas, aperitivos, caramelos, yogures de frutas, latas de todo tipo, fritos y pizzas congeladas y cremas para untar.

Sin duda, la gente consume más productos frescos y “bio” que hace 10 años, pero lo cierto es que partíamos de un nivel demasiado bajo y todavía queda mucho por hacer.

Cada vez que les veo tengo ganas de invitarles a compartir una comida conmigo, para que vean con sus propios ojos lo agradable que resulta comer productos frescos y enteros, que no son más caros ni lleva más tiempo prepararlos y que sí son buenos para su salud.

Pero hay demasiados prejuicios sobre la comida que todavía siguen presentes. Incluso entre las personas que tratan de alimentarse bien, el resultado muchas veces se ve mitigado, por no decir anulado por completo, por culpa de ideas preconcebidas.

La huella de décadas de acoso publicitario

Cité anteriormente a aquellas personas que creen que comen mejor por haber sustituido sus cereales para el desayuno por yogur con muesli. Ese es un paso en la buena dirección, pero no es más que un pequeño paso. En el muesli y el yogur hay todavía demasiados glúcidos e insuficientes proteínas, grasas buenas, vitaminas y oligoelementos.

Lo mismo pasa con los snacks: creemos que hacemos bien cuando abandonamos las chocolatinas y elegimos las barritas de cereales “dietéticas”. Pero desgraciadamente, por muy “dietéticas” que sean, siguen siendo una bomba de azúcar. Se componen de cereales tostados, inflados, a veces unidos por jarabe… ¡y su índice glucémico es máximo!

Un buen tentempié es un puñado de nueces, avellanas, almendras, una manzana o unas aceitunas, o incluso medio aguacate con un poco de zumo de limón o un huevo duro. Pero, por favor, ¡nada de barras de cereales azucaradas!


¿Cuánto tiempo hace falta todavía para que estas ideas tan simples calen en la mayoría de los consumidores? ¿10 años? ¿20?

Y no se confunda: al hacer esta recomendación está ayudando a los demás y nos ayuda a nosotros, pero también se ayuda a usted mismo.

Todavía no podemos ver el final de este largo proceso, pero a fuerza de avanzar colectivamente y de cambiar nuestros hábitos alimenticios, terminaremos obligando al sector de la industria agroalimentaria a reformarse.

El movimiento ya está en marcha, y puede que nuestra contribución colectiva al bien público y a la calidad de vida de las futuras generaciones sea inmensa.

¡A su salud!

Juan-M. Dupuis