intercambio
"Un solista que da un concierto ofrece al público su talento, su
inspiración, el fruto de
todo un largo trabajo. Pero si el
público no tiene ninguna conciencia de este trabajo, si hace
ruido o sencillamente si no   está atento, el músico lo
siente e
incluso, si es el mayor virtuoso del mundo, no puede
dar todo de
lo que sería capaz, porque los intercambios no se hacen
correctamente. Puede suceder también que, dirigiendo su mirada
hacia el aforo, descubra una sola mirada maravillada, encantada.
Entonces, se pone a tocar para esta mirada, que ni siquiera se ha
apercibido si es de un hombre o de una mujer, para esta luz que
brilla ahí, en la oscuridad, y su interpretación es genial.

El ser humano tiene necesidad, del modo que sea, de sentir un eco
a sus actos, a sus palabras. Si no hay reciprocidad, no es
posible ningún intercambio. Así pues, el intercambio es la ley

de la vida. "