Se acerca la Navidad. Tiempo de excesos gastronómicos: comidas y cenas abundantes, copas, turrones, mantecados y bombones prácticamente a diario… ¿Qué hacer ante semejante avalancha de calorías que se avecina? Os proponemos compensar un poco los kilos que se suelen engordar durante estas fiestas –dicen que se cogen entre dos y cinco– perdiendo un poco de peso en este mes previo.

No os asustéis, que no cunda el pánico, que para nada queremos poneros a dieta. La propuesta que os hacemos consiste en introducir una serie de pequeños hábitos en vuestro día a día para adelgazar un poco sin que apenas os déis cuenta. Si os apetece conocer mejor este plan, seguid leyendo…
1. Nada de picar entre horas Esto vale para cualquier momento del año, no solo en los previos a las vacaciones navideñas. Lo que sí podemos hacer es llevar a rajatabla el tema. No te saltes ninguna de las cinco comidas para no pasar hambre y así no caer en la tentación de tomar algún que otro tentempié que suele ser más calórico de lo que piensas.
Evita las tentaciones para no picar entre horas 
2. Movernos cuanto podamos: Se trata de proponernos, por ejemplo, dejar el coche durante un tiempo o utilizar menos el transporte público. Así dedicarás más tiempo a andar camino del trabajo, de la escuela de idiomas o cuando vayas a recoger a los peques. Se trata de aprovechar al máximo las oportunidades que tengamos de mover el esqueleto. Así, sin darnos cuenta, iremos haciendo deporte y nuestra figura lo agradecerá, eso seguro.
3. Ante la tentación, ¡información! Si tienes unas ganas locas de meterle un buen bocado a una tableta de chocolate o de meterle mano a ese paquete de patatas fritas que parece gritarte ‘¡cómeme!’, echa mano a la información nutricional. Conocer cuántas calorías tiene hará que te pienses darte ese capricho. Os aseguro que en apenas unos segundos todas las dudas que tienes se van a disipar y dejarás donde estaba esa deliciosa tentación.
4. Té verde para meriendas y tras la cena




Contiene antioxidantes y cafeína, dos ingredientes que ayudan a quemar las grasas con mayor facilidad. Es recomendable incluir estas infusiones en nuestro día a día, tanto a media mañana o incluso con el desayuno como tras las comidas, en meriendas o cenas.
El té verde es un gran aliado a la hora de mantener y/o perder peso 
5. Evita comer fuera de casa Al menos durante este tiempo que quieres aprovechar para quitarte algún kilo de más. Al salir a comer con amigos, compañeros de trabajo o familiares es más que probable que terminemos por tomar algo que no es especialmente recomendable para adelgazar. Es mucho más sencillo llevar una buena alimentación y una dieta sana y equilibrada cuando nosotros controlamos qué comemos y cómo se han cocinado esos platos.
6. Aderezar las ensaladas con ‘moderación’
El aceite de oliva es fundamental en la dieta mediterránea, verdad verdadera. Sin embargo, hay que aliñar las ensaladas –y cualquier otro tipo de platos, todo hay que decirlo– con cierto tiento. ¿A qué nos referimos? A no abusar del aceite de oliva ni de la sal, por ejemplo, si no queremos que una comida que en teoría será ‘light’ duplique en un momento las calorías que va a aportarnos. Por supuesto, nada de mantequilla ni margarina para cocinar ciertos alimentos y mucho menos sustituir el aceite de oliva por estas.
7. Beber mucha agua
Intentar estar bien hidratados y además eliminar líquidos para perder volumen de manera más fácil. Se recomienda ingerir entre litro y medio y dos litros de agua al día.
Tomar litro y medio o dos litros de agua al día es recomendable para evitar retención de líquidos 
8. Masticar bien lo que se come Esto nos ayuda a una digestión más fácil y rápida, lo que hace que se digieran mejor los nutrientes de las comidas. Esto hace además que experimentemos antes la sensación de saciedad y así necesitemos menos alimentos para estar llenos.
9. Controla tu dieta Para eso, papel y lápiz: ve anotando en un cuaderno qué platos te preparas, ingredientes y calorías. Es lo mejor para detectar si nos pasamos y para hacer cierto ‘examen de conciencia’. No se trata de pasar hambre, pero sí de ser conscientes si nos pasamos y comemos en exceso.
10. Cenas ligeras y unas horas antes de irnos a dormir
Es cierto eso de ‘desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo’. Hay que empezar por una comida muy fuerte, el desayuno, seguir a mediodía con un plato que nos sacie y de cena algo ligero. Eso hará además que descansemos mejor. Irse a la cama con el estómago lleno puede ser incómodo y no se duerme igual de bien.