La
leucemia se describe como la excesiva producción de glóbulos blancos o
leucocitos, que son las células que componen el tejido sanguíneo y que
intervienen en la defensa del organismo contra sustancias extrañas o
agentes infecciosos (antígenos). Las células blancas se originan en la
médula ósea y en el tejido linfático.
La sobreproducción de
leucocitos son infiltrados en el bazo y el hígado, los cuales son
dañados por este exceso. El sistema linfático y nervioso también se ven
severamente afectados por esta desarmónica y exagerada producción de
defensas del cuerpo.
Causas de la Leucemia:
• Fallas y desequilibrios en la médula ósea.
•
Dietas deficientes y descuidadas, con alto contenido de sustancias
nocivas como procesados, encurtidos, embutidos, carnes, productos con
conservantes, carbohidratos refinados como harinas, dulces, sodas,
pasteles, etc.
• Deficiencias de vitaminas y minerales como el hierro, ácido fólico, vitamina D, vitamina C, etc.
• El uso indiscriminado de rayos X, medicamentos o drogas, especialmente en niños y mujeres embarazadas.
• Excesiva fluorización del agua o la sal.
• Un deficiente funcionamiento de la tiroides
•
Infecciones virales crónicas. • Propensión hereditaria (lo cual no
significa que la enfermedad no pueda ser tratada e incluso curada).
•
El estado defensivo constante, el sentimiento frecuente de ser agredido
y la falta de verdadera alegría y entusiasmo son estados anímicos que
propician la leucemia.
Síntomas de la Leucemia:
• Cansancio extremo.
• Anemia, delgadez y pérdida de peso.
• Dolor de huesos. • Rostro pálido.
• Moretones (vasos capilares rotos) que se forman con gran facilidad ante contusiones o lesiones mínimas.
• Infecciones frecuentes sobre todo en los niños.
• Mal funcionamiento del bazo y el hígado, síntomas similares a la anemia perniciosa.
•
Incremento en el conteo de células blancas (leucocitos) en la sangre,
con una disminución o ausencia de la producción de células rojas
(eritrocitos)
Tratamiento natural para la leucemia
No es
nada nuevo saber que el cuerpo posee una habilidad extraordinaria para
curarse y auto-repararse por si solo. Aprender a curase es aprender a
confiar y desarrollar esta capacidad sanadora que tenemos, pero que
nadie nos enseñó.
La auto-curación o el tratamiento natural para la leucemia está íntimamente relacionada con tres factores fundamentales:
La Dieta
Se
recomienda seguir una rutina alimenticia de mucha calidad. Se deben
suprimir alimentos tóxicos y nocivos como las harinas blancas o
refinadas, azucares blancos y derivados, así como los embutidos, fritos,
salmueras, vinagres, procesados, fritos, carnes rojas, etc. En la dieta
deberán incluirse vegetales frescos, así como frutas y semillas.
En
el caso de los adultos, se recomienda someterse a una dieta previa
depurativa, comiendo durante tres días consecutivos una sola fruta como
uvas, papaya, naranjas, etc. y dos litros de agua pura. Después, iniciar
con dieta propuesta, incluyendo poco a poco los alimentos a la dieta.
La
soja y sus derivados son una opción estupenda para las personas con
leucemia, las cuales deberán optar también por tomar caldos de verduras,
jugos frescos y variados con distintos vegetales al día, así como el
consumo de alimentos ríos en vitamina C como las naranjas, el limón, la
cebolla, etc.
Los alimentos que no pueden faltar en la dieta son:
el ajo, la cebolla, los cítricos, arroz integral, bayas, semillas,
tomate, brécol, apio, soja, tofu, germinados, alfalfa, amaranto,
lentejas, leches vegetales (en sustitución de la leche de vaca),
infusiones como el té verde (sustituyendo todas las bebidas azucaradas y
procesadas).
Algunos suplementos: la clorofila (excelente
reconstructor celular ), el ginseng, la levadura de cerveza, el germen
de trigo, las melazas de cereales, la equinácea, el polen y el alga
espirulina son alimentos de gran ayuda para una recuperación profunda.
El jugo de Aloe vera (sábila) es un reconstituyente y regenerador
celular potente. La linaza tambien debes inclurila en tu dieta con
fercuencia.
La clorofila puedes tomarla en forma liquida o en
tabletas, una cucharada al dia disuelta en jugo o agua. El te verde
puedes beberlo 2 o 3 veces al día pero esperando 15 minutos después de
haber comido.
Las emociones
El cuerpo responde a nuestros
estados anímicos. Todo lo que sentimos se refleja en nuestro cuerpo. La
tensión, la ira incontrolada, la tristeza, etc., generan ciertas
reacciones biológicas en nuestro interior, que se van reflejando, con el
tiempo, en nuestros estados de salud.
La excesiva tensión, los
sentimientos prolongados de defensa o rechazo, van deteriorando y
degenerando órganos y tejidos, alterando el sistema nervioso y el buen
funcionamiento del sistema inmune. Es importante que, en caso de
leucemia, se atienda este aspecto tan importante. La leucemia está
asociada a una perspectiva de agresión, autodefensa, rechazo y poca
confianza y disfrute de la realidad.
Algunas alternativas para
desahogar sentimientos guardados son el ejercicio o la práctica del
yoga. Y para comprender mejor lo que sentimos, es importante observarnos
a menudo y buscar lecturas o conferencias que nos estimulen la
autoreflexión y nos cuestiones realmente lo que amamos y queremos seguir
en la vida.
Hábitos de vida
Durante la recuperación, debes
evitar estar cerca de pesticidas, insecticidas, lugares muy
contaminados, así como la exposición a los rayos X y las radiaciones de
toda clase.
Trata de realizar un poco de ejercicio aunque no te
sientas muy animado. El ejercicio envía mensajes de energía y vigor a
todos los órganos, tejidos y sistemas del organismo, provoca una mejor
circulación y absorción de nutrientes, y una eficiente oxigenación.
Trata de correr un rato, de realizar una actividad que disfrutes
realmente como bailar, nadar, etc.
Trata de enfocar tu mente en
cosas agradables y nutritivas, lee libros que estimulen tu reflexión y
te nutran de nuevos conocimientos y formas de entender, sentir y
solucionar la vida. Te recomiendo el libro Tu puedes sanar tu vida de
Louise L. hay, o La naturaleza tiene el remedio, del Dr. Bernard Jensen.
Niños
con leucemia: en el caso de los niños, además de seguir de forma
estricta todo lo anterior, se recomienda entablar diálogos donde ellos
puedan expresar su forma de sentir. Si los padres no se sienten aptos
para entablar diálogos que ayuden a desahoga a los niños o jóvenes,
pueden recurrir a ayuda. Hay profesionales que pueden ayudar a que los
niños puedan desbloquear lo que no les permite sentirse a gusto o lo que
temen o les duele.
Paseos en la naturaleza: establecer un
contacto con la naturaleza mediante paseos, respirar el aire limpio y
disfrutar de momentos lejos de las prisas y el ruido y agitación de las
grandes ciudades, ayuda a el alma a retomar armonía y limpiarse de
estrés, resentimientos, desesperación y miedos. Los paseos en paisajes
naturales son especialmente nutritivos para los niños.
Terapias alternativas para la leucemia
La bioenergía, la reflexología, la terapia hipertérmica (sauna) son realmente muy efectivas para la leucemia.
REMEDIOS HOMEOPÁTICOS PARA LA LEUCEMIA, SEGÚN SÍNTOMAS..
ARSENICUM
ALBUM: Leucemia aguda con fiebre intensa, hemorragias (epistaxis,
hematemesis, melenas, hematurias, metrorragias etc.), anemia, gran
postración; cara pálida, enfermiza, caquéctica; petequias; ulceraciones
en la boca con dolores ardientes, aliento fétido o pútrido y encías
hinchadas y sangrantes; adenopatías y esplenomegalia; en un paciente con
intensa inquietud o agitación (que lo obliga a cambiar constantemente
de posición y de lugar), con muy marcada ansiedad que a veces lo saca de
la cama, y con un terrible miedo a morir, con desesperación de curar y
un gran deseo de compañía. Hay dolores ardientes que mejoran por el
calor local, sed de pequeños y frecuentes sorbitos y agravación general
después de medianoche, de 1 a 3 horas.
BRYONIA: Leucemia aguda con
fiebre intensa con sed ardiente, extrema, de grandes cantidades por vez
a menudo o a grandes intervalos; con hemorragias (epistaxis,
hematemesis, melenas, etc.), anemia, equimosis, petequias, púrpura; con
gran debilidad; cara pálida, aliento fétido; adenopatías y bazo
hinchado, diplopía y artritis con dolores que se agravan por el menor
movimiento.
CARBO VEGETABILIS: Leucemia aguda con fiebre,
generalmente con gran debilidad que puede llegar a un estado de colapso,
a menudo como consecuencia de hemorragias, con sudores fríos, aliento
frío y toda la superficie del cuerpo helada, a pesar de lo cual pide ser
apantallado; con epistaxis peor de noche (oscuras), hematemesis,
melenas, hematurias, metrorragias, etc.; con equimosis y púrpura; con
anemia por las hemorragias; con adenopatías y esplenomegalia; cara
pálida, encías hinchadas y que sangran fácilmente, aliento fétido,
úlceras y, a veces, artralgias. Hay un torpor y lentitud mental
característicos, con ansiedad e inquietud.
CROTALUS HORRIDUS:
Leucemia aguda con fiebre intensa y con un marcado predominio de las
hemorragias, de sangre oscura o negra y líquida, que prácticamente no
coagula y que sale de cualquier orificio del cuerpo o aun en el sudor,
debajo de las uñas o en la piel (equimosis, petequias, púrpura
hemorrágica); con anemia y postración súbita y profunda y gran debilidad
temblorosa; con cara pálida, enfermiza; con adenopatías, ulceraciones
bucales, encías sangrantes e hinchadas y aliento pútrido; diplopía;
indiferencia.
LACHESIS: Leucemia aguda con fiebre intensa, con
hemorragias de todos los orificios del cuerpo por gran disminución de la
coagulabilidad, y de sangre oscura o negra y líquida (epistaxis,
hematemesis, melenas, hematurias, metrorragias, etc.); equimosis,
petequias, púrpura hemorrágico, con anemia, palidez, úlceras en la boca,
aliento pútrido, encías sangrantes; adenopatías y esplenomegalia y
artralgias. El paciente se agrava por el sueño y está peor al despertar,
pudiendo haber ansiedad, gran locuacidad, celos muy marcados e
inquietud; oleadas de calor con sudores y gran sensibilidad al menor
contado, especialmente en el cuello.
MERCURIUS: Leucemia aguda con
fiebre seguida de sudores profusos que duran toda la noche y no lo
mejoran o incluso lo empeoran; con hemorragias (epistaxis durmiendo,
hematemesis, melena, hematurias, metrorragias, etc.), anemia, palidez;
encías sangrantes, lengua fláccida con impresiones dentarias, aliento
muy fétido e intensa sialorrea, con ulceraciones dolorosas en la boca;
adenopatías calientes; con diplopía, artritis y debilidad, especialmente
por los sudores; con inquietud que lo hace dar muchas vueltas en la
cama.
PHOSPHORUS: Leucemia aguda con fiebre intensa acompañada de
gran debilidad (que lo hace hundirse en la cama) y sed ardiente de
grandes cantidades por vez, que vomita apenas el agua se calienta en el
estómago; con hemorragias de cualquier orificio del cuerpo por
coagulabilidad muy disminuida, de sangre de color rojo-vivo (epistaxis
persistentes con sudores, hematemesis roja o negra, melenas, hematurias,
metrorragias, etc.) ; equimosis, petequias y púrpura; anemia,
adenopatías, esplenomegalia, palidez; encías sangrantes, ulceraciones
bucales y aliento fétido; con apatía e indiferencia por todo, o bien
gran ansiedad con miedo a morir (y otros miedos: a enfermedades,
oscuridad, etc.) y un gran deseo de compañía.
PULSATILLA: Leucemia
aguda con muchos escalofríos y fiebre intensa con una absoluta ausencia
de sed, con debilidad peor al despertar; con hemorragias (epistaxis,
hematemesis, melenas, hematurias, metrorragias paroxísticas, etc.), con
anemia, equimosis, palidez, aliento fétido peor de mañana, adenopatías y
artritis. El paciente está muy sensible, llora muy fácilmente y mejora
por el consuelo y el afecto, tiene muchos cambios en su modo de ser,
está ansioso e inquieto y mejora caminando despacio, especialmente al
aire libre; el calor lo agrava.
RHUS TOX: Leucemia aguda con
fiebre alta y sensación de que lo salpican con agua caliente; con
hemorragias (epistaxis, hematemesis, hematurias, melenas, metrorragias,
etc.), debilidad, anemia; equimosis, petequias, púrpura; con
adenopatías, palidez, aliento fétido, diplopia, y artritis con dolores
que empeoran al comenzar a moverse y van mejorando a medida que el
movimiento prosigue; con gran inquietud y ansiedad que lo hace dar
muchas vueltas en la cama o lo saca de ella; a menudo hay un triángulo
rojo en la punta de la lengua.
SULPHUR: Leucemia aguda con fiebre y
debilidad, con calor en la cabeza y pies fríos, con sed y sin apetito, o
con calor ardiente en los pies y los destapa; con hemorragias
(epistaxis de mañana o al sonarse, hematemesis, melenas, hematurias,
metrorragias. etc.), anemia, equimosis, púrpura; palidez, úlceras en la
lengua, aliento félido, encías sangrantes; adenopatías y esplenomegalia;
diplopia, artritis. Con ansiedad e inquietud, especialmente nocturna,
que lo hace dar vueltas en la cama. Especialmente indicado cuando el
remedio bien elegido no actúa, en casos oligosintomáticos, en las
recaídas y cuando la convalecencia es prolongada o no llega.