La ansiedad es el producto de la distancia entre lo que estas
“siendo” y lo que realmente eres. En tu interior sabes que eres más
grande que todo lo que aparentas ser, pero no estás conectando con esa
grandeza la mayoría del tiempo. Esta desconexión es lo que se siente
como ansiedad.
Tu ser interior puede estar invitándote a que hagas algo diferente o
que hagas algo mas de lo que hoy estas haciendo. Esa invitación
literalmente te hace levantar de tu asiento, te hace sentir extraño y te
desequilibra porque ya no recuerdas qué es eso que podrías hacer. Eso
te sucede porque te has extraviado de ti mismo.
Cualquier actividad no da lo mismo. Existe una guía interior que te
habla y trata de señalarte el camino mas adecuado para ti, para que seas
más feliz. Cuando no escuchas esas indicaciones se produce un bloqueo
de tu propia expresión.
Al no encontrar el canal de expresión de ese impulso, te ves en la
necesidad de calmar esa sensación con cualquier cosa que esté a la mano
que puede ser tan variado como comer, caminar, hacer ejercicio, fumar,
beber y otro sin fin de posibilidades.
Todas estas estrategias tratan de compensar el desequilibrio interior
y lo consiguen por un rato. Pero al no estar resuelto el problema real,
la ansiedad vuelve a dar sus señales de vida rápidamente en cualquier
otro momento.
¿Hay alguna forma de terminar con esto?
Por supuesto que si. Todo estado alterado de la armonía tiene una
causa ajena a lo natural, que puede ser superada retrocediendo el
proceso que la gestó. Este proceso pudo iniciarse desde la niñez (y
generalmente es así), pero eso no impide que pueda ser absolutamente
superado. Evidentemente que se requiere una toma de consciencia para
darse cuenta de cómo la estamos creando para luego poder dejar de
hacerlo. .
Patricia González
Tu Coach
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