CRISTALOTERAPIA

Un cuarzo es un generador de energía por su naturaleza, puede transformar, recibir, amplificar, transmitir y controlar energía.

Esta energía que el cristal proyecta es de la misma naturaleza que nuestra aura. Por esta razón, impacta directamente en nuestra energía, armonizando, sanando o equilibrando desde la propia esencia donde se origina el problema.

Los cristales se han utilizado por diferentes culturas a lo largo de la historia, pero tal vez la más significativa, fue el uso que le dieron los atlantes, seres evolucionados que obtenían su poder del Sol. El cuarzo blanco era en la Atlántida el medio para guardar información como en la actualidad son los discos, chips o tarjetas de memoria que se usan en las computadoras o cámaras fotográficas. Esto lo hacían a través del poder mental. Con el uso de la telepatía, la información se almacenaba en los cuarzos para que luego otra persona pudiera leerla al recibirla directamente, desde el cuarzo hacia el interior de su mente.

Nosotros también podemos consagrar y programar cristales de cuarzo, guardando información a nivel vibracional tales como imágenes y emociones que podemos proyectar a través del poder del pensamiento y nuestra propia vibración energética. De esta manera, podemos programar cuarzos para diversos propósitos, en estos casos, el cuarzo nos ayudará a expandir nuestra energía y consciencia a modo de poder realizar dichos propósitos a través de nuestra propia evolución y expansión de consciencia. Un cuarzo actuará entonces como un amplificador de nuestra propia energía.

El cristal es energía viva y con inteligencia y lenguaje propios con el cual podemos comunicarnos desde nuestro interior mediante el flujo energético, justo en el punto, donde se gesta lo existente.