miércoles, 27 de abril de 2016

Artrosis: evite la trampa de los analgésicos

La artrosis empieza con frecuencia con una sensación de rigidez por las mañanas en una articulación. 

Uno siente como si le fueran metiendo un clavo en la rodilla, en la espalda o en la cadera; otras veces son las manos las que duelen tanto que hasta el gesto cotidiano más simple (como abrir una botella o limpiar las verduras) se convierte en un auténtico suplicio.
Estos dolores llevan a muchas personas a pensar, erróneamente, que sus articulaciones están desgastadas, que ya han dado de sí todo lo que tenían que dar y que no se puede hacer otra cosa que apretar los dientes y atiborrarse de analgésicos.
Pero no es así en absoluto cómo funciona la cosa: su cuerpo es un ser vivo y las articulaciones tienen la capacidad de regenerarse, siempre que les aporte los nutrientes que necesitan para vivir y fortalecerse. Así lo demuestran los últimos estudios científicos, de los que le voy a hablar aquí, que le harán ver que es posible aliviar sus dolores y devolver a sus articulaciones la movilidad y la flexibilidad.
Podrá volver a dar largos paseos, hacer manualidades y jardinería, cocinar, jugar con sus nietos, irse de viaje... y olvidar ese dolor intenso que se irradia por todo el cuerpo. 

La artrosis puede aliviarse con nutrientes específicos

Se ha producido un giro sustancial en el tratamiento de la artrosis a raíz de la publicación del importante estudio The Moves. En él se hizo un seguimiento de un total de 606 pacientes que padecían artrosis primaria de rodilla con dolor de moderado a severo durante seis meses en 42 centros médicos de Francia, Alemania, Polonia y España.
Los resultados del estudio se presentaron en junio de 2014 en el Congreso Europeo Anual de Reumatología, e indican que los efectos combinados de la condroitina y la glucosamina, sustancias presentes de forma natural en el organismo, son comparables a los que se obtienen con antiinflamatorios.
Este estudio ha abierto los ojos a muchos profesionales de la salud, aunque los resultados que presenta no son totalmente nuevos. Otras investigaciones ya habían mostrado antes la importancia de una suplementación con glucosamina y condroitina. Así, dos estudios clínicos llevados a cabo en personas que padecían artrosis de rodilla mostraron que la ingesta diaria de 1.500 mg de sulfato de glucosamina durante tres años permite bloquear el avance de la enfermedad.
En un estudio controlado doble ciego llevado a cabo en 120 personas que padecían artrosis de rodilla, la utilización de sulfato de condroitina durante un año permitió reducir el dolor de los pacientes y detener la destrucción del cartílago.
La enorme ventaja de estas dos sustancias naturales es que son totalmente seguras y no provocan ninguno de los efectos indeseables ligados a los antiinflamatorios cuando se toman durante un tiempo prolongado (destrucción del cartílago, perforación gastrointestinal...). 

Los fármacos contra el dolor agravan la degradación de los cartílagos

Y lo que es aún peor, algunos estudios han demostrado que los fármacos antiinflamatorios aceleran el desarrollo de la artrosis al agravar la degradación del cartílago, los huesos y los tendones.
Se sabe igualmente desde hace tiempo que, cuando se toman durante un periodo prolongado, pueden provocar hemorragias digestivas al perforar la pared del estómago y el intestino. 


La acción de los nutrientes antiartrosis es muy diferente

Para comprender mejor esta diferencia, es importante tener en cuenta, como le he comentado antes, que estos nutrientes se hallan ya en el organismo de manera natural.
La glucosamina es un aminoácido que el organismo fabrica de forma natural a partir de la glucosa y la glutamina. En cuanto a la condroitina, se trata de un componente esencial del cartílago.
Estos nutrientes actúan de manera muy diferente a los fármacos contra el dolor, ya que poseen la capacidad única de penetrar en el líquido sinovial.
El líquido sinovial es una sustancia viscosa, transparente y ligeramente amarillenta que baña las articulaciones, cuya función esencial es asegurar la lubricación de éstas y alimentar el cartílago. Para desempeñar sus funciones correctamente, el líquido sinovial necesita cantidades suficientes de glucosamina y condroitina. Estos nutrientes hacen posible la fabricación de proteoglicanos, moléculas esenciales en la biología de las células del cartílago.
El problema es que el contenido de glucosamina y condroitina en el líquido sinovial va disminuyendo con la edad, que es la razón por la que el cartílago puede endurecerse, agrietarse o provocar dolores.

Tratar la enfermedad “desde dentro”

Estará conmigo en que, si se sufre artrosis, parece más inteligente tratar la enfermedad “desde dentro”, aportando a su organismo los nutrientes que necesita para actuar sobre el origen del problema, en lugar de limitarse a tomar antiinflamatorios, ¿no es así?
Por eso en los complementos nutricionales puede estar la solución real al problema de la artrosis. Y digo “puede” con toda intención, pues no todos los complementos son iguales.
Por ello hoy quiero hablarle de la composición que debe tener el complemento nutricional ideal para luchar con eficacia frente a la artrosis.

La glucosamina y la condroitina restauran el cartílago

Es lo que demuestra el estudio The Moves en cuanto a la combinación de glucosamina y condroitina, y lo que igualmente confirma Jacqueline Lagacé, especialista en inmunología y exdirectora de un laboratorio de investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Montreal: “Estimamos que la ingesta de estos dos productos mejora el estado de los artrósicos en aproximadamente un 80 % de los casos”.
Según el estudio The Moves, para ser eficaz en pacientes que padecen artrosis severa el contenido combinado de glucosamina y condroitina debe ser de 1.500 mg de glucosamina y 1.200 mg de condroitina.
Y no vale cualquier condroitina. Hay fabricantes que venden productos procedentes de cartílago molido con la denominación de “condroitina”, cuando la verdad es que no contienen apenas.
En 2007, controles efectuados a laboratorios poco escrupulosos demostraron que algunos de esos productos que se comercializan a base de cartílago molido no contienen en realidad más que un 5 % de condroitina, una dosis demasiado baja para esperar el efecto pretendido en las articulaciones. Por eso es tan importante, a la hora de elegir un suplemento, analizar qué es lo que contiene cada fórmula cuando hablan de “condroitina”. 

El MSM reduce hasta en un 82 % los dolores artrósicos

La acción de la glucosamina y la condroitina se ve reforzada por el metilsulfonilmetano (MSM), una sustancia activa natural presente en cantidades ínfimas en determinados alimentos (huevo, leche, cebolla) y que refuerza la producción espontánea de sulfato de condroitina, sulfato de glucosamina y ácido hialurónico, las sustancias que confieren elasticidad a las articulaciones.
Gracias al azufre que contiene, el MSM contribuye a mantener en buen estado los tejidos conjuntivos (tendones, dermis profunda, colágeno y cartílago, entre otros). El azufre es esencial para la acción del glutatión, un neutralizador de radicales libres muy potente, necesario para la formación y la restauración de la matriz celular del cartílago.
Un estudio doble ciego ha mostrado una reducción del 82 % del dolor en pacientes artrósicos tras un tratamiento de seis semanas y otro estudio publicado en 2011 demuestra el efecto del MSM en pacientes con artrosis.

La glucosamina, la condroitina y el MSM actúan en sinergia

Varios estudios clínicos han demostrado que los resultados obtenidos por la combinación de glucosamina, condroitina y MSM son mejores que cuando se toma por separado cada producto.
Según los resultados de un estudio publicado en 2009, se observa una mejoría significativa de la movilidad de las articulaciones en aquellas personas a quienes se asigna una combinación de glucosamina y MSM. Si bien a cada uno de estos productos se le atribuye eficacia para aliviar los dolores de la artrosis, es la combinación de ellos la que ofrece mejores resultados. 

El harpagofito tiene unos potentes efectos antiinflamatorios

El extracto de harpagofito tampoco debe faltar en un buen suplemento frente a la artrosis.
El harpagofito es una planta originaria de África que también se conoce como “garra del diablo”. Se ha demostrado mediante estudios científicos que esta planta tiene la capacidad de reducir el nivel de citoquinas, los agentes ligados a la inflamación.
Un estudio publicado en 2003 revela una notable reducción del dolor y de los síntomas de la artrosis en 75 pacientes tratados con harpagofito. El dolor remite entre un 25 y un 45 %, mientras que la movilidad aumenta otro tanto. Además, como los omega 3, inhibe las enzimas que digieren el cartílago.
Otros estudios han revelado igualmente que el harpagofito es como mínimo tan eficaz como los coxibs (inhibidores de la ciclooxigenasa que se venden con distintos nombres comerciales: Celebrex, Artroxil, Celecoxib, Miodar...), pero tiene muchos menos efectos indeseables. (10) 

Una combinación de cuatro sustancias activas naturales para tratar la artrosis

Como ha visto, glucosamina + condroitina + MSM + harpagofito forman el equipo de “los cuatro magníficos” para luchar contra la artrosis.
Le aseguro que la combinación de estos cuatro ingredientes juntos puede hacer maravillas por su artrosis, actuando directamente en las articulaciones desde la primera toma, para aliviar sus dolores y frenar, o incluso revertir, la degradación de los cartílagos.
Pero pese a ello debo advertirle que no es un remedio milagroso (como por otra parte tampoco lo son los fármacos antiinflamatorios) que le vaya a librar de los dolores en unos días. Si la artrosis ya lleva años afectando a su cuerpo, es poco realista pensar que vaya a librarse de ella de la noche a la mañana.
Todos los estudios realizados sobre el tema señalan de hecho que un tratamiento de larga duración es lo que le va a permitir: 

  • restaurar la flexibilidad y la movilidad de las articulaciones.
  • reducir los dolores de forma significativa y permanente.
  • reparar los daños causados por la artrosis y reconstruir el cartílago.
Dé una oportunidad a sus articulaciones, incluso si ya había perdido las esperanzas. Verá que si todos los días les aporta los nutrientes que necesitan, recuperarán poco a poco su flexibilidad y elasticidad y los dolores disminuirán.
Además, si combina el aporte de un estos nutrientes específicos con una buena alimentación y ejercicio físico, el efecto será mayor, y sentirá poco a poco que sus dolores van disminuyendo, sus articulaciones irán recuperando elasticidad y aumentará su movilidad. 

¡Podrá volver a realizar actividades que ya tenía casi olvidadas sin notar esos dolores punzantes!

Contrariamente a lo que habrá oído por todas partes, la artrosis no es ni definitiva ni inevitable. Si quiere ayudar de verdad a sus articulaciones, busque un complemento nutricional de calidad y lea bien la letra pequeña de su composición. Compruebe que contiene los cuatro ingredientes de los que le he hablado y asegúrese de que son de la calidad óptima (por ejemplo, ¡que no le den gato por liebre dándole cartílago molido en lugar de condroitina pura!) y en las dosis adecuadas.
Quizá pueda encontrar fórmulas que cumplan estos requisitos. Pregunte a su naturópata de confianza.
En Tener S@lud hemos descubierto un producto del que nunca le habíamos hablado, que la verdad es que nos ha sorprendido. Se trata de Artaliv, un suplemento nutricional de los laboratorios Cell’innov cuyo desarrollo y composición se basa precisamente y punto por punto en las últimas investigaciones.
Y es que los investigadores han trabajado lo suficiente en este asunto y hoy sabemos qué principios naturales son los que logran verdaderos resultados, que son los cuatro que le he explicado: glucosamina, condroitina, metilsulfonilmetano (MSM) y harpagofito. Pero no en cualquier cantidad, sino que es necesario que estas sustancias activas se utilicen en las dosis recomendadas por los estudios científicos de referencia.
En España este producto aún no es conocido, al contrario que en países como Francia o Suiza. Por eso no le extrañe si no había oído hablar hasta ahora de él. Para nosotros ha sido un gran descubrimiento. Cumple todos los requisitos en cuanto a composición, además de los más altos estándares de calidad en su elaboración. 


  • La condroitina que utilizan procede de un laboratorio español de renombre mundial, especializado en ingredientes para la protección de las articulaciones, que no es casualidad que haya sido seleccionado para suministrar la condroitina que se utiliza en las investigaciones científicas más importantes.
  • El sulfato de glucosamina presente en su fórmula se obtiene del caparazón de crustáceos, utilizando varios ciclos de extracción y purificación para transformar la quitina de los caparazones en glucosamina de elevada pureza. Ofrece una biodisponibilidad del 90 % en el organismo humano.
  • La dosis de harpagofito que contiene es de 500 mg de extracto de la raíz de la planta, titulado al 5 % de iridoides totales, que son los componentes activos de la planta.
  • El MSM (metilsulfonilmetano) se produce por destilación, que es el único método que permite obtener un producto de gran pureza y muy seco, lo que garantiza la máxima eficacia. 
Para elaborar Artaliv, Cell’innov utiliza para cada una de estas cuatro sustancias activas las dosis recomendadas por los estudios científicos de referencia, dando además siempre preferencia a las formas más puras y de mayor bioactividad. Es la forma de lograr que, actuando todas juntas, sean capaces de frenar e incluso revertir el proceso de la artrosis. Si le recomendamos Artaliv es después de haberlo estudiado a fondo.

Al tomarse cuatro comprimidos de Artaliv al día (dos por la mañana y dos por la noche), usted estaría tomando exactamente 1.500 mg de glucosamina para reconstruir en profundidad los cartílagos, 1.200 mg de condroitina para mejorar la elasticidad de las articulaciones, 500 mg de MSM para reducir los dolores y 500 mg de harpagofito para aliviar la inflamación, lo que se corresponde exactamente con las recomendaciones que han hecho los expertos en los informes y estudios que le he comentado (en las fuentes al final de este artículo puede encontrar la información completa de cada uno, por si quisiera profundizar en ellos).
Con su composición alta en principios activos, en tres meses debería notar:

  • un alivio notable de los dolores articulares y una reducción significativa de las molestias que siente al hacer tareas tan sencillas como escribir con un bolígrafo, lavar los platos o abrir una botella.
  • una disminución progresiva de la rigidez en las articulaciones, en especial las que se sienten por la mañana al levantarse.
  • un aumento sensible y duradero de la movilidad de las articulaciones (caderas, rodillas, hombros, muñecas y dedos), que le permitirá realizar con más facilidad movimientos más amplios.
  • una disminución del estrés y la irritabilidad causados por el dolor.
Y los efectos serán aún más llamativos pasado algo más de tiempo (por ejemplo, seis meses).

Hay otra cosa de este laboratorio que nos ha llamado la atención, y es que ofrece un servicio gratuito para ayudar a las personas que desean comprometerse con sus “buenos propósitos” en el cuidado de su salud a largo plazo (que es la forma de conseguir que este tratamiento sea más eficaz).

Y es que Cell’innov le garantiza el envío automático de sus productos a medida que los vaya necesitando, asegurándole que nunca se quedará sin ellos y de esta forma no se interrumpirá su tratamiento, de manera que le ayudan a lograr el compromiso de “buenos propósitos” que usted ha adquirido con sus articulaciones. Tenga la seguridad de que la constancia es lo que va a marcar la diferencia.

Unos meses deberían ser suficientes para comprobar una mejoría real en sus articulaciones, aunque probablemente con este producto del que hoy le hemos hablado notará antes los primeros efectos beneficiosos.
Tener Salud

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