Nunca se te da nada que no puedas manejar

Cuando observas, sólo declaras lo que viste que tuvo lugar. Dices, “Vi esto, esto y esto.” Alguien te pregunta, “¿Fue eso?” Dices, “No, eso no lo vi.” Te preguntan, “¿Hicieron esto ellos?” Dices, “No lo vi.” Ni siquiera hay necesidad de decir, “No lo sé”, porque esto lo aparta de la observación.
La declaración de observación es sólo lo que es, no es lo que sabes o no sabes acerca de la situación. El poder interno que proviene de ello, es tremendo. Se vuelve tan lindo que sólo quieres estar en ese lugar. Y ese no es un estado de “no hacer nada.”
La enunciación de neutralidad y observación es un lugar activo; no incluye ninguna carga negativa o positiva para un resultado.
Nunca se te da nada que no puedas manejar. Esa es una ley espiritual. Quizás hayan cosas que resultan difíciles de manejar o que preferirías no manejar, o que te gustaría manejar mejor, pero no se te da nada  que no puedas manejar.
- John-Roger