viernes, 18 de mayo de 2012

Un Pétalo de un Árbol


Dios Dijo:
¡Qué hermoso es el pétalo de un árbol! ¡Qué hermoso es un árbol! ¡Qué hermoso es un Ser Humano! ¡Oh, la belleza! Un Ser Humano es algo encantador de ver. Piensa por un momento en lo que es tener a un Ser Humano frente a ti. Es como tener el diamante Kohinoor. Lo único es que, cuando tienes el diamante frente a ti, ¡ay!, con frecuencia ignoras su valor. Eso debe ser lo que es el purgatorio, amado. Tener un tesoro y desconocer su valor real. ¡Imagínate pensar que un diamante es una chuchería! ¡Imagínate pensar que el diamante Kohinoor es un vidrio! Imagínate pensar que un Ser Humano es algo corriente. ¡Qué tontería! Bueno, ¿acaso no es eso lo que pensabas?
Quizás pensabas "¡Ay, Dios Mío, hay tanta gente alrededor! ¿Qué importa uno más o uno menos? Además, muchos de ellos me irritan". Pero cada Ser Humano importa muchísimo. Cada uno Me importa más que lo que tú puedas reconocer.
A esta altura ya sabes que Yo nunca me ofendo. Te comprendo demasiado como para ofenderme. Además de eso, hay tanto amor en Mi corazón que me cuesta llegar al punto de ver algo por lo cual deba, posiblemente, ofenderme. Es probablemente lo mismo para ti cuando tu hijo te hace un dibujo. Amas a tu hijo y amas su dibujo, incluso cuando es indescifrable para ti. Lo mismo sucede cuando tu hijo no es lo suficientemente alto como para llegar al ropero, tú entiendes que tu hijo simplemente no es lo suficientemente alto como para llegar a él. ¿Por qué deberías molestarte?
Una diferencia entre tú y Yo es que tu hijo puede hacer algo que consideres de extrema gravedad y lo alejas un poco, o estás distante porque te pusiste de mal humor, mientras que Yo no molesto con los humores, a menos que llames humor al amor.
Amado, yo no voy a tener en cuenta que todavía no amas a todo el mundo. Simplemente, todavía no eres capaz de llegar hasta el ropero. Sé con la confianza en Dios que algún día lo harás. Sé que un día amarás tanto que no se te ocurriría ver de otro modo que no sea enamorado. Será como si fueras alto. Nunca se te ocurrirá ser más alto que lo que eres. No pensarás: "Solía ser alto. Me agacharé y seré bajo de nuevo".
De este modo, no se te ocurrirá ser menos que el amante de Dios y el hombre en que te convertirás. No volverás. No considerarás ni por un momento volver a calzarte tus zapatos gastados que ya no son adecuados. No, nunca lo harás, porque ha llegado la hora de ver con Mis ojos, entonces verás con amor, del mismo modo en que verás cientos de árboles diferentes, cada uno distinto del resto. Algunos darán flores y frutas, algunos darán sombra, algunos tendrán ramas como alas que dejarán que los atraviese la luz, algunos tendrán grandes hojas y otros tendrán hojas pequeñas, y tú no te preocuparás por nada porque todos son árboles de Dios.
Un día simplemente amarás, y tu amor llegará a todos los que estén a la vista y a los que no lo estén. Tu visión será demasiado grande como para no amar. Verás a cada rey y a cada edificio en ruinas con amor porque tú eres amor y no puedes ser nada más. Simplemente estarás a la altura que estás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si consideras que te ha gustado o simplemente no te gusta lo que esta aquí escrito házmelo saber, me ayudara a superarme.