lunes, 11 de julio de 2016

¿Sufre psoriasis?

 Tengo algo que decirle

La psoriasis es una enfermedad de la piel que ocasiona la aparición de costras, blanqueamiento parcial y llagas, que pueden infectarse y volverse purulentas. 

Es un drama personal y, a veces, hasta social. La psoriasis nos inhibe hacia los demás y provoca su rechazo. La gente mira de reojo las costras y las rojeces, y evitan incluso rozarnos, sobre todo cuando la enfermedad afecta al cuero cabelludo, algo por otro lado muy frecuente. 

Es también la gran frustración de los dermatólogos, que ya saben de antemano que no conseguirán curar a sus pacientes. 

Puede afectar a todo el cuerpo

No hay límites en la psoriasis. Puede evolucionar de forma catastrófica y llegar a cubrir todo el cuerpo, hasta afectar incluso a las uñas. También puede afectar a nuestro interior, a las articulaciones: se trata de la artritis psoriásica. 

La medicina distingue once variantes clínicas de psoriasis según gravedad, zonas afectadas y estado del paciente. También distingue cinco formas de artritis psoriásica, que puede ser asimétrica (afecta a una o a tres articulaciones de ambos lados del cuerpo), simétrica (afecta a muchas articulaciones y se asemeja a la poliartritis reumatoide), distal, destructiva o unida a la inflamación de los tendones (entesitis). 

No obstante, esta clasificación científica oculta una cruda realidad: la ignorancia de sus causas y tratamientos. Esto se debe a que la medicina no considera a las enfermedades psicosomáticas como parte de sus competencias. Resultado: la terrible angustia de quien sufre psoriasis. 

El peligro del enfoque convencional

Como mucho, la medicina puede explicar que la psoriasis está provocada por una “multiplicación de las células de la dermis”. No les da tiempo a alcanzar la madurez, se apilan y forman estas placas de piel inmadura que se desprende. Se asimila con el fenómeno de un cáncer, ya que estas células se multiplican demasiado rápido, como los tumores. 

De hecho, el último tratamiento médico contra la psoriasis no es otro que el metotrexato, una sustancia que se utiliza en quimioterapia anticancerosa. 

El metotrexato es archiconocido porque provoca en los pacientes alopecia, pérdida de peso y ulceración de las mucosas y del tracto gastrointestinal (desde la boca al ano). En particular, el metotrexato destruye el sistema inmunitario. Incluso fue inventado especialmente para ello, ya que se utilizó en un primer momento para tratar la leucemia (el “cáncer de la sangre”), provocada por la proliferación de glóbulos blancos, la cual está causada a su vez por la multiplicación anárquica de las células de la médula ósea que genera glóbulos blancos. 

El tratamiento médico de choque contra la psoriasis es la ciclosporina, que también se utilizaba originalmente en quimioterapia. Es un derivado del gas mostaza y detiene la proliferación de las células… y con razón, puesto que el gas mostaza mata las células de la médula ósea, por eso resulta fatal. No obstante, actúa mediante un mecanismo diferente al del metotrexato, del que hablaremos en otra ocasión. 

Sin embargo, hay que decir que los médicos no están locos. Sólo prescriben estos medicamentos en los casos más graves. 

En las formas comunes de psoriasis, el tratamiento está orientado simplemente a combatir la inflamación. Para ello se aplica una crema a base de vaselina y aspirina para quitar las costras, se protege la herida con alquitrán de hulla u otros aceites vegetales, como el de miera y, por último, se aplica una crema con cortisona por su efecto antiinflamatorio, una crema con vitamina D3 o también una crema con vitamina A. 

Sin embargo, hay que saber que: 

  • La cortisona cuenta con el gran inconveniente de que provoca brotes aún más violentos al final del tratamiento.
  • Respecto a las cremas con vitamina D para aplicarse en zonas importantes y en los pliegues, hay que tener en cuenta que un exceso de vitamina D3 por alto consumo (las dosis deben ser extraordinariamente elevadas) provoca concentraciones muy altas de calcio en sangre (hipercalcemia) lo que, a su vez, podría afectar a riñones, huesos y tejidos blandos.
  • Las cremas con vitamina A, llamadas retinoideas, son las mismas que se utilizan para el acné. Es cierto que la vitamina A es la vitamina de la piel. Sin embargo, su gran inconveniente es que provoca malformaciones del feto en mujeres embarazadas. La vitamina A puede tardar en eliminarse del organismo hasta más de un año, por lo que durante ese periodo de tiempo se mantiene su riesgo potencial.
Por último, el método convencional más eficaz es la terapia PUVA, que asocia psoraleno (P) con radiación ultravioleta A (UVA). Es eficaz para secar las placas de psoriasis vulgar, es decir, la que afecta a los codos, rodillas y la parte anterior de las tibias. Sin embargo, no resulta eficaz en el cuero cabelludo, las uñas, la palma de las manos y la planta de los pies. Está contraindicada en caso de complicaciones graves de la psoriasis (eritrodermia, es decir, dermatitis exfoliativa). 

Aunque lo que se desee es que las lesiones en la piel desaparezcan, hay que recordar que tratar la piel directamente impide que el cuerpo se exprese. 

Soluciones naturales contra la psoriasis

Empecemos por desintoxicar el cuerpo... y la mente. 

Respecto al cuerpo, las soluciones son de sobra conocidas. 

● Cambios en la alimentación y en los hábitos de vida: La primera medida es suprimir los productos lácteos, las galletas, los dulces, el chocolate, el embutido, el pescado y el marisco, el alcohol y el tabaco. La cura detox debe reforzarse con decocciones de cardo mariano o infusión de malva. 

Hay que evitar rascarse las costras y, menos aún, desinfectarlas con alcohol. Un buen desinfectante que favorece la cicatrización es la plata coloidal, que se aplica con una compresa dos veces al día. 

Hay que huir de las zonas con polución y de los momentos de estrés. Haga lo posible para visitar el Mediterráneo: bañarse en el mar y tomar el sol a diario es mano de santo. 

Suspenda temporalmente las vacunas, la piscina, la desensibilización (es decir, la administración con dosis mínimas y progresivamente más altas de una fármaco al que se es alérgico para "engañar" al sistema inmunológico y que deje ser sensible) y las dosis de recuerdo de las vacunas, excepto la del tétanos. 

Cambie la ropa de cama eliminando plumas, lanas y plumón y retire de la habitación todo aquello que contenga alguno de esos tres elementos. No toque ni se acerque a la lana de vidrio. Evite la hierba recién cortada, los brotes de maíz, el heno, las mimosas y los fertilizantes. Lleve una máscara de papel si es necesario. 

Desconfíe de las pinturas frescas (utilice mejor pinturas analérgicas), lacas, animales domésticos (sobre todo perros, gatos, pájaros y caballos), productos antimosquitos o ambientadores. 

En periodos de brote, hidrátese después del baño o la ducha aplicando sobre la piel mojada una gota de aceite de rosa mosqueta y masajeando con suavidad. 


● Cremas y ungüentos: Aplicar cuatro veces al día una crema al 0,05 % de pimienta de cayena (Capsicum frutescens). La pimienta contiene capsaicina, que es la sustancia que hace que pique, pero que también tiene la capacidad de reducir la inflamación e impide que se dilaten los vasos sanguíneos de la epidermis, además de aliviar el picor que causa la psoriasis. El efecto se nota al cabo de 14 días de tratamiento.

Otra crema natural eficaz contra la psoriasis moderada se fabrica a base de mahonia y hojas de acebo (Mahonia aquifolium). 

● Complementos nutricionales: Consuma al menos 3 cucharadas soperas al día de aceite crudo ecológico de primera presión de perilla, colza o camelina, ricos en omega 3. Estos ácidos grasos omega 3 poseen un poder antiinflamatorio con efectos positivos contra la psoriasis. 

Sin embargo, varios estudios indican una eficacia mayor de la lecitina marina: ácidos grasos específicos que están presentes en las huevas de pescado y que también encontramos en los sesos de animales. 

La lecitina, también llamada fosfatidilcolina, es un nutriente necesario para el ser humano, pero que resulta difícil de encontrar en la alimentación moderna, puesto que muy pocas personas consumen vísceras regularmente. 

● Cataplasma de plantas: la planta “reina” contra la psoriasis, y las enfermedades de la piel en general, es la manzanilla alemana o camomila (Matrica recutita), de la que se utiliza la flor para hacer cataplasmas. Utilice una preparación que contenga del 3 al 10% de flores. También puede hacer una infusión utilizando de 3 a 10 g de flores secas en 100 ml de agua hirviendo; deje que se enfríe y aplique en compresas. 

● En caso de que sufra psoriasis en el cuero cabelludo, beba 3 tazas al día de una infusión compuesta por las siguientes plantas: borraja, dulcamara, zarzaparrilla y pensamiento silvestre. 

● Para la cura detox de la mente: inicie urgentemente un tratamiento psicológico, del estilo al método Michel Larroche, EFT (técnica de liberación emocional) o EMDR (método de los movimientos oculares). El estrés se ha reconocido como un factor desencadenante de la psoriasis. Es un hecho científicamente reconocido desde hace 25 años. 

Mejor que el Mediterráneo: el mar Muerto

El mar Muerto es el punto más bajo de las tierras emergidas del globo terrestre, a 400 m bajo el nivel del mar. Allí brilla el sol más de 300 días al año y en él encontramos concentraciones de bicarbonato, magnesio, bromo y potasio en cantidades diez veces superiores a las del Mediterráneo (345 g de sales minerales por litro contra 37). Se produce una nube de evaporación cargada de sales que filtra los rayos UV del sol. La acción conjunta de las sales del mar Muerto y de la radiación solar excepcionalmente beneficiosa de la zona permite tratar mejor la psoriasis. 

Los baños de barro del mar Muerto están especialmente recomendados para la psoriasis reumatoide. La duración de la cura es de 3 a 4 semanas. 

El 90% de los pacientes nota una clara mejoría y el 70% ha conseguido blanquearse completamente, es decir, que no persisten las placas; han desaparecido las lesiones. El periodo medio de remisión es de unos 8 meses. 

El tratamiento resulta por tanto muy eficaz, mientras que los efectos secundarios son raros y mínimos. 

El problema es que poca gente puede mudarse el resto de su vida al borde del mar Muerto. 

Sin embargo, existen centros y balnearios con curas termales para la psoriasis. 

Homeopatía contra la psoriasis

Sería un craso error olvidarse de los remedios homeopáticos contra la psoriasis. Los remedios homeopáticos dependen de la zona y de la historia de cada persona y no pueden enumerarse de la misma forma que los medicamentos. No obstante, aquí le doy unas pistas: 

Un remedio que puede ser eficaz para la psoriasis en todo el cuerpo es incorporar 25 dosis de Natrum Muriaticum 6D trituradas en 1 litro de agua Volvic (agua mineral de origen volcánico, de Danone); bébalo a diario durante 2 meses. 

Para la psoriasis del cuero cabelludo, tome Natrum Muriaticum de 4 a 5H, 2 veces al día. Si prefiere 1 dosis semanal, tome Natrum Muriaticum de 9 a 15H. 

Para tratar la psoriasis localizada en cara, pubis, pliegues y uñas, asociada a lesiones parduzcas, tomeSepia de 4H a 5H, 2 veces al día, o Sepia 9H a 15H, 1 vez a la semana. Si la psoriasis va acompañada de sangrado o grietas, tome Phosphorus de 4 a 5H, 2 veces al día, o Phosphorus de 9H a 5H, 1 vez a la semana. El Petroleum también es eficaz para aliviar estos síntomas. 

Para el resto de molestias, se recomienda Berberis Aquifolium para tratar la psoriasis con piel seca o rugosa, Calcarea Carbonica (piel blanda y agrietada tras lavarla) y Hydrocotyle Asiatica (piel con endurecimiento y picor). 

El método PSO: Paciencia, Sol y Optimismo

Cuando se está en una fase aguda de psoriasis, la verdad es que hace falta una auténtica dosis de PSO para conservar la esperanza. Sin embargo, se acordará de que, incluso en el peor momento de la crisis, la psoriasis siempre evoluciona. Se agrava, luego remite y muchas veces desaparece completamente y le deja tranquilo durante años o incluso décadas... hasta el siguiente episodio emocional. 

Si usted sufre psoriasis, quizá le ayude el testimonio de esta paciente. Y si no la sufre, le permitirá entender mejor esta enfermedad: 

Empecé a tener crisis de psoriasis desde que era niña. Un día desapareció, cuando decidí odiarla. Durante 20 años no tuve prácticamente nada, algunas placas en la cabeza, pero nada que me invalidase. En 2013 sufrí un accidente de coche bastante duro y, poco tiempo después, me empezaron a salir placas. Me encontré en bastante poco tiempo cubierta de psoriasis de la cabeza a los pies. Soy enfermera y debo decir que nunca he visto tantas placas en ninguna parte: piernas, brazos, torso, espalda, cabeza y mucosas. No tenía prácticamente nada de piel sana. La piel se me descamaba muchísimo y vivía en una sensación de quemazón constante, ya no dormía...

No quería tomar medicamentos alopáticos
 [cuando los síntomas se combaten con la aplicación de sustancias químicas que se oponen a su manifestación] o someterme a una terapia PUVA, como tuve en mi infancia, sino que abordé el problema desde una perspectiva diferente. Trabajo mucho mi yo interior (reiki, autohipnosis, etc.). Empecé por ir a ver a una magnetista que ayuda a las personas en crisis; me salieron aún más placas, que era más bien positivo: mi cuerpo empezaba a reaccionar. Además, sé por experiencia que hay que saber ser paciente cuando se empieza a trabajar en uno mismo. Después empecé a probar todos los productos naturales conocidos (sal del mar Muerto, rosa mosqueta de Chile, etc.). No me hacían nada, ya que había descuidado el lado psicosomático del problema.

Entonces empecé a proceder de otro modo, fui a una terapeuta de reiki para trabajar el estrés postraumático: fueron necesarias cuatro sesiones para sosegarme. Después una amiga me habló muy bien de la leche de burra, con lo que empecé entonces un tratamiento a base de cápsulas (equilac) + leche corporal + champú, en definitiva, todo el pack completo. En un primer momento tuve más placas, lo que significaba que el cuerpo estaba en proceso de preparación. Añadí agua sulfurada, que rociaba sobre mi piel por la noche tras la ducha (he tenido la suerte de contar con una fuente no muy lejos, que cambiaba cada tres días en un recipiente de vidrio).

En cinco meses desapareció todo. No pretendo ser dueña de la verdad. Sin embargo, creo sinceramente que no se tiene una patología por casualidad, sino que es la expresión de nuestro organismo, que nos transmite una carencia, un malestar, una dejadez, un exceso, un estilo de vida poco saludable, un autocastigo, etc.
”. 

¡No podría decirse mejor! 

Se trata de un itinerario personal de búsqueda que cada uno debe emprender para comprender y superar la psoriasis. En esta exploración, no debe descartarse ninguna pista. El mayor error sería creer que, como mi dermatólogo no tiene ni la crema ni la pastilla eficaz para mí, mi caso ya está perdido. 

Nada más lejos de la realidad. Su destino no está en manos del dermatólogo, por muy competente que sea en el ámbito médico. Es usted quien debe explorar y creer en la experiencia de tantos pacientes en materia de psoriasis, además que “quien busca, encuentra”. 

Hay que tener cuidado, no obstante, con las sobreinfecciones y complicaciones de la psoriasis, que pueden ser gravísimas. Al menor signo de alerta (dolor, fiebre e infección bacteriana), es necesario consultar a un médico. 

La enfermedad psicosomática por excelencia

En naturopatía, se considera que la psoriasis es la enfermedad psicosomática por excelencia. Según la visión de la naturopatía, estaría causada principalmente por antecedentes familiares. 

Según esta teoría, es la propia dermis la que se va, es decir, la subcapa de nuestra piel, la barrera protectora indispensable para la supervivencia de nuestro ser. La psoriasis empieza en general en los codos y en las rodillas, que son los órganos de la adaptación y la comunicación. 

Sin embargo, el riesgo es que llega al cuello a la altura de las cervicales, zona de los conflictos psicológicos, y la cara, lugar del frente a frente con los demás, pero también con usted mismo cuando se mira en el espejo y se pregunta: “¿Quién soy?” Ahora es cuando ve el mal que se extiende por el rostro. 

Es una enfermedad que le encierra en la vergüenza, el malestar y la depresión, de ahí la importancia de encargarse del lado emocional si se siente aludido. 

En mayo de 2014 la Organización Mundial de la Salud aprobó una resolución definiendo la psoriasis como “una enfermedad crónica, no contagiosa, dolorosa, desfigurante e incapacitante para la que no hay cura" y alentando a los países miembros a fortalecer la sensibilización respecto de la enfermedad y a luchar contra la estigmatización que sufren tantas personas con psoriasis. 
¡A su salud! 
Juan-M. Dupuis 

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