R E F L E X I O N E S
Poco a poco y sin piedad, vas afilando garras y de zarpazo en zarpazo
un trozo de mi te llevas sabe Dios donde, se para el aliento y me digo
ya está aquí, quiere todo de mí.
Pero no, aun no es la definitiva y
el paseo descarado del remedo por el teatro de la vida, hace sus
representaciones burlescas como si hubiese ganado la partida, ¡pero aún
me queda la última y prioritaria baza de
la vida que es mi Dios que me llena de fuerza y coraje para hacerte uno
de los últimos remedos a quien nunca fue mi compañero de destino.
Fue la búsqueda contante, fue el amor al prójimo, aunque para mi nada
quedara y fui carne de mi carne. Caí y me levanté hasta setenta veces
siete. Y estuvo allí mostrándome la vida y la conformidad, ahora me trae
el sufrimiento y el perdón todo aquello que no supe ganar y solo fue
daño en mi propio ser.
Pues que sea este dolor por mis fallos y la regeneración del alma que solo quiso amar y no le enseñaron amar.
A quien quiera entender….que entienda.
Cristobal
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