Puntos de reflexión.(4) Pitágoras...versos dorados

Escucha bien en tu corazón; tienes que lograr el control de tus hábitos: primero controla el estómago, luego el sueño, luego los lujos y la ira.
Hay un antiguo precepto que dice que "El hábito hace al hombre". La escuela pitagótica contaba con un proceso de capacitación para aumentar la fuerza de voluntad del estudiante y para eliminar los hábitos indeseables. La idea que habia que vencer los hábitos uno por uno, empezando por controlar los apetitos básicos del cuerpo humano. El proceso comienza controlando la comida siguiendo un régimen y ayunando. Una vez que que se ha logrado establecer el hábito de comer moderadamente, se enfoca algún otro mal hábito que se quiera eliminar.
Reglas Sagradas: No importa los infortunios que el designio de los Dioses nos manden soportar, no importa lo que te agobie, con paciencia, sin murmurar, mitigarlo hasta donde puedas te estará permitido, pero reflexiona que el Destino no le ha dado tanta desgracia a los buenos. En estos versos se aprecian dos pensamientos que son claves. Lo primero es que hay que soportar las adversidades con paciencia y en silencio, haciendo lo mejor que se pueda para mitigarlo dentro de nuestras posibilidades. Nos recomienda que no opongamos resistencia a la fuerza del destino, aunque, desde luego, la naturaleza humana es tal que eso sería lo primero que muchos de nosotros haríamos.
El segundo punto fundamental para los pitagóricos es que el destino favorece a la gente buena. segun la Ley de( causa y efecto), se cree que la persona que ha vivido de acuerdo a las leyes de la Justicia Cósmica no tendrá que sufrir igual que quien las viola constantemente. En el cristianismo, este principio o ley se expresa como sigue: "Cosecharás de la misma forma que siembres", aunque sea un principio básico en todas las religiones.
De lo cual, si has recibido, conserva lo que te enseñó; al curar tu alma, te mantendrás protegido por muchas maldades..
Este verso reitera las creencias pitagóricas en que el estudiante que ha logrado curar su alma estará protegido de la maldad. Es decir que quien lleva una vida buena y virtuosa estará protegido por el cósmico.