¿Sabías que las personas con Artritis Reumatoide tienen mayor riesgo de contraer gripe y sufrir sus complicaciones?
La gripe no afecta a todos por igual; existen muchos factores que pueden aumentar el riesgo de contraer gripe y desarrollar sus complicaciones (como la neumonía).
Uno de los factores que aumenta el riesgo de enfermarse de gripe es padecer algún tipo de artritis inflamatoria (o enfermedad reumática autoinmune), como la Artritis Reumatoide, Lupus Eritematoso Sistémico, Artritis Psoriásica o el Síndrome de Sjögren.
Existen dos principales razones por las cuáles las personas con artritis autoinmunes son más propensas a contraer y enfermarse más severamente de gripe:
1. Existe un mal funcionamiento de su sistema inmunológico, el cuál está encargado de proteger al cuerpo contra virus y bacterias; en estas personas el sistema inmunológico ataca al propio cuerpo. A causa de su inmunidad debilitada, no sólo son más propensas a contraer todo tipo de infecciones (incluyendo las respiratorias), sino que también son más propensos a sufrir complicaciones cuando tienen gripe (neumonía, hospitalizaciones por gripes fuertes, etcétera).
2. Algunos de los medicamentos usados para tratar estas condiciones debilitan al sistema inmunológico, por lo que aumenta el riesgo de infecciones y una lenta recuperación de la gripe. Estos medicamentos pueden ser: corticoesteroides (prednisona, hidrocortisona, metilprednisolona) azatioprina, metrotexato, ciclosfofamida, leflunomida, adalimumab, etanercept, abatecept e infliximab.
VACUNA CONTRA LA GRIPE: LA MEJOR PROTECCIÓN
Las vacunas contra la gripe son especialmente importantes para las personas con un sistema inmunológico debilitado, como las personas con artritis inflamatorias, por lo que es recomendable que se vacunen cada año.
Existen tres tipo de virus de la gripe: A, B y C. Los tipos A y B son los que están detrás de los brotes de gripe estacional (que se producen casi todos los inviernos) y el virus C es una versión más suave que no causa epidemias.
Cada año, se crea una vacuna estacional para proteger contra una combinación de virus de influenza A y el virus de la gripe B.
Existen 2 tipos de vacunas contra la gripe:
1. Vacuna inactivada. Este tipo de vacuna se administra mediante una inyección (generalmente en el brazo); y su nombre se debe a que contiene fragmentos de virus de influenza muertos. Aunque el virus está muerto, todavía estimula al sistema inmunológico del cuerpo para producir anticuerpos. Este tipo de vacuna es el que deben utilizar las personas con artritis inflamatorias.
2. Vacuna viva atenuada. Esta vacuna se aplica a través de un aerosol nasal; su nombre se debe a que se elabora con virus vivos debilitados, pero no matados. Este tipo de vacunas no debe ser utilizado en personas con artritis inflamatorias (como en la Artritis Reumatoide) pues pudiera resultar peligroso para su bienestar, ya que sus sistemas inmunológicos se encuentran debilitados y pueden no ser lo suficientemente fuertes para luchar contra el virus vivo.
¿CUÁNDO DEBO VACUNARME CONTRA LA GRIPE?
Los meses de octubre y noviembre son el mejor momento para la vacunación contra la gripe estacional, pues se calcula que el cuerpo toma alrededor de dos semanas en desarrollar los anticuerpos que te protegerán contra la gripe. A pesar de esto, puedes recibir la vacuna en diciembre o más tarde pues también te proporcionará el beneficio.
Antes de que tomes la decisión de vacunarte, es recomendable acudir con tu médico para que él determine el mejor momento de la vacunación.
¿QUÉ DEBO HACER SI YA ME ENFERMÉ DE GRIPE?
Las personas con artritis inflamatorias no deben tomarse a la ligera una gripe. En cuanto perciban los primeros síntomas, deben acudir con su médico inmediatamente; pues debido a su condición, tratar su enfermedad puede ser más complicado que en las personas sanas.
Los síntomas comunes de la gripe son: tos, dolor de garganta, secreción o congestión nasal, dolor de cabeza, dolor de cuerpo, fiebre, fatiga, escalofríos e incluso diarrea y vómito.
Los médicos suelen recetar medicamentos antivirales para acortar la duración de la enfermedad y prevenir complicaciones graves de la gripe como sinusitis, infecciones del oído, neumonía bacteriana, deshidratación, y el empeoramiento de condiciones como el asma, diabetes y enfermedades del corazón.
DATOS ADICIONALES:
La gripe no afecta a todos por igual; existen muchos factores que pueden aumentar el riesgo de contraer gripe y desarrollar sus complicaciones (como la neumonía).
Uno de los factores que aumenta el riesgo de enfermarse de gripe es padecer algún tipo de artritis inflamatoria (o enfermedad reumática autoinmune), como la Artritis Reumatoide, Lupus Eritematoso Sistémico, Artritis Psoriásica o el Síndrome de Sjögren.
Existen dos principales razones por las cuáles las personas con artritis autoinmunes son más propensas a contraer y enfermarse más severamente de gripe:
1. Existe un mal funcionamiento de su sistema inmunológico, el cuál está encargado de proteger al cuerpo contra virus y bacterias; en estas personas el sistema inmunológico ataca al propio cuerpo. A causa de su inmunidad debilitada, no sólo son más propensas a contraer todo tipo de infecciones (incluyendo las respiratorias), sino que también son más propensos a sufrir complicaciones cuando tienen gripe (neumonía, hospitalizaciones por gripes fuertes, etcétera).
2. Algunos de los medicamentos usados para tratar estas condiciones debilitan al sistema inmunológico, por lo que aumenta el riesgo de infecciones y una lenta recuperación de la gripe. Estos medicamentos pueden ser: corticoesteroides (prednisona, hidrocortisona, metilprednisolona) azatioprina, metrotexato, ciclosfofamida, leflunomida, adalimumab, etanercept, abatecept e infliximab.
VACUNA CONTRA LA GRIPE: LA MEJOR PROTECCIÓN
Las vacunas contra la gripe son especialmente importantes para las personas con un sistema inmunológico debilitado, como las personas con artritis inflamatorias, por lo que es recomendable que se vacunen cada año.
Existen tres tipo de virus de la gripe: A, B y C. Los tipos A y B son los que están detrás de los brotes de gripe estacional (que se producen casi todos los inviernos) y el virus C es una versión más suave que no causa epidemias.
Cada año, se crea una vacuna estacional para proteger contra una combinación de virus de influenza A y el virus de la gripe B.
Existen 2 tipos de vacunas contra la gripe:
1. Vacuna inactivada. Este tipo de vacuna se administra mediante una inyección (generalmente en el brazo); y su nombre se debe a que contiene fragmentos de virus de influenza muertos. Aunque el virus está muerto, todavía estimula al sistema inmunológico del cuerpo para producir anticuerpos. Este tipo de vacuna es el que deben utilizar las personas con artritis inflamatorias.
2. Vacuna viva atenuada. Esta vacuna se aplica a través de un aerosol nasal; su nombre se debe a que se elabora con virus vivos debilitados, pero no matados. Este tipo de vacunas no debe ser utilizado en personas con artritis inflamatorias (como en la Artritis Reumatoide) pues pudiera resultar peligroso para su bienestar, ya que sus sistemas inmunológicos se encuentran debilitados y pueden no ser lo suficientemente fuertes para luchar contra el virus vivo.
¿CUÁNDO DEBO VACUNARME CONTRA LA GRIPE?
Los meses de octubre y noviembre son el mejor momento para la vacunación contra la gripe estacional, pues se calcula que el cuerpo toma alrededor de dos semanas en desarrollar los anticuerpos que te protegerán contra la gripe. A pesar de esto, puedes recibir la vacuna en diciembre o más tarde pues también te proporcionará el beneficio.
Antes de que tomes la decisión de vacunarte, es recomendable acudir con tu médico para que él determine el mejor momento de la vacunación.
¿QUÉ DEBO HACER SI YA ME ENFERMÉ DE GRIPE?
Las personas con artritis inflamatorias no deben tomarse a la ligera una gripe. En cuanto perciban los primeros síntomas, deben acudir con su médico inmediatamente; pues debido a su condición, tratar su enfermedad puede ser más complicado que en las personas sanas.
Los síntomas comunes de la gripe son: tos, dolor de garganta, secreción o congestión nasal, dolor de cabeza, dolor de cuerpo, fiebre, fatiga, escalofríos e incluso diarrea y vómito.
Los médicos suelen recetar medicamentos antivirales para acortar la duración de la enfermedad y prevenir complicaciones graves de la gripe como sinusitis, infecciones del oído, neumonía bacteriana, deshidratación, y el empeoramiento de condiciones como el asma, diabetes y enfermedades del corazón.
DATOS ADICIONALES:
- Algunas personas no deben vacunarse sin antes consultar a su médico, por ejemplo: personas con una alergia a los huevos de gallina, que hayan tenido alguna reacción grave a una vacuna contra la gripe en el pasado, personas que desarrollaron el síndrome de Guillain-Barré y niños menores de seis meses.
- Aún si ya has sido vacunado, todavía existe un riesgo de contraer la gripe, por lo que es necesario tomar algunas precauciones durante la temporada de gripe.
- Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón o con gel antibacterial a base de alcohol reduce las probabilidades de enfermarse de gripe.
- Mantener una alimentación saludable, beber mucha agua, dormir lo suficiente y hacer ejercicio regularmente puede ayudar a prevenir la gripe.
- No se deben dejar de tomar los medicamentos para la artritis durante un ataque de gripe a menos que el médico lo indique.
- La vacuna contra la gripe que contiene virus de gripe muertos no puede causar gripe (como mucha gente cree).
- La vacuna contra la gripe no empeora los síntomas de la artritis.
Artricenter, mejoramos sin dañar.
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