Con el verano llegan las vacaciones, los viajes…y también los problemas de circulación sanguínea, sobre todo en las piernas. Esta semana en Neo-nutrición encontrará las soluciones.
cuatro plantas salen en su ayuda
Seguro que usted ha viajado más y más lejos que sus padres, y ya no digamos que sus abuelos. Irse de vacaciones a sitios remotos o visitar a miembros de la familia dispersos por todo el mundo es hoy algo habitual, que antaño estaba lejos de serlo. Las distancias que hoy recorremos son inmensas, y en cierto sentido nos hemos vuelto un tanto nómadas, con aparatos que nos permiten trabajar en cualquier sitio y estar permanentemente conectados con el mundo, aunque estemos en lugares remotos. Pero, paradójicamente, cada vez somos más sedentarios, y prueba de ello es la eclosión de problemas de salud ligados a la vida inactiva de todos aquellos que se pasan el día sentados en la oficina o tumbados en el sofá.
Un problema de civilización
El modo de vida sedentario multiplica los problemas de circulación sanguínea, tanto de circulación sistémica o general (relacionada especialmente con problemas cardiovasculares) como de circulación periférica (que afecta sobre todo al retorno venoso y, por tanto, a las piernas). El sendentarismo “duplica el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad y aumenta el riesgo de cáncer de colon, de hipertensión arterial, osteoporosis, problemas lipídicos, depresión y ansiedad”, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero esta afirmación de las consecuencias del sedentarismo incluso se queda corta. Hay que añadir también el síndrome de piernas pesadas, las hemorroides, las varices, las flebitis, las trombosis venosas y la retención de líquidos, que afectan en su mayoría a las mujeres. Y es que los miembros más alejados del corazón -como es el caso de las piernas- sufren más trastornos circulatorios, al empeorar la circulación venosa de retorno. Así, se ralentiza el proceso de devolución de la sangre al corazón (para su oxigenación) y se quedan estancados líquidos y toxinas, lo que deriva en problemas de circulación periférica. La OMS ha declarado que el sedentarismo es un “problema de salud pública mundial”. Y es que entre el 60 y el 85 % de la población mundial lleva un modo de vida sedentario. Vaya ironía que, en la época en la que pasamos más tiempo circulando en todos los sentidos, sufrimos más que nunca una circulación sanguínea deficiente. Y eso no afecta sólo a las personas mayores, sino más bien lo contrario. Los que trabajan, las personas que están “en activo”, a menudo son los más inactivos, al pasarse el día sentados frente al ordenador en sus despachos. A escala mundial, una persona de cada tres mayor de 15 años hace insuficiente ejercicio físico. Y más aún en los países desarrollados, en donde el porcentaje de las personas que apenas se mueven es aún más preocupante. La gran mayoría de la población tiene una gran carencia de actividad física y apenas dan 10.000 pasos al día. Las mujeres se ven especialmente afectadas por los problemas circulatorios periféricos, y la edad ya no es un factor determinante, pues a partir de los 20 años ya se pueden sufrir problemas de retención de líquidos, hinchazón de piernas o hemorroides. El verano incrementa los problemas de circulación sanguínea, por el efecto vasodilatador de las altas temperaturas sobre las venas. Con el calor, los vasos periféricos se dilatan y la sangre fluye en mayor cantidad cerca de la piel, por lo que se dilatan los vasos venosos y capilares. Las piernas sufren la peor parte. Los síntomas más frecuentes de la mala circulación en las piernas son la pesadez, el cansancio, la tensión, el calor, el edema y la hinchazón, y en los casos más graves, incluso dolor.
Entonces, ¿qué hacemos?
Lo primero que hay que hacer es moverse lo máximo posible. Levántese, salga, ande, corra, nade, salte, cuide el jardín… toda ocasión es buena para poner el cuerpo en movimiento. Es cierto que, mientras lo hace, se va a sentir cansado, pero irá desarrollando una resistencia que no logrará si no se mueve del sofá, que es con lo que el cuerpo se debilita. Si se sufren trastornos circulatorios venosos, lo segundo que debe hacer es llevar medias de compresión, que pueden marcar la diferencia en caso de problema circulatorio en las piernas. La tercera solución es probar remedios naturales. Y es que existen numerosas plantas que permiten estimular la circulación sanguínea y drenar el cuerpo. Por eso voy a presentarle a continuación cuatro plantas reconocidas por su capacidad para mejorar la circulación sanguínea: la vid roja, el casis, el olivo y el mirtilo.
Vid roja (Vitis vinífera)
La vid roja es rica en sustancias activas antioxidantes (impiden el envejecimiento prematuro), entre ellas:
- Las oligoproantocianidinas presentes en las pepitas. Varios ensayos clínicos han demostrado que pueden aliviar los síntomas de insuficiencia venosa y las varices.
- La quercetina y sus derivados, que encontramos en las hojas.
- Los extractos de hojas de vid roja han mostrado su eficacia en las personas que sufren insuficiencia venosa crónica.
Un ensayo clínico doble ciego, aleatorizado y controlado contra placebo evaluó a 71 personas aquejadas de insuficiencia venosa crónica. En el grupo que recibió el extracto de hoja de vid, se observaron claras mejorías de los síntomas de insuficiencia venosa crónica.
- El resveratrol, un polifenol de la piel de la uva roja, muy recomendado por los expertos para mejorar la salud cardiovascular.
Casis o grosello negro (Ribes nigrum)
Desde hace siglos, se considera que los alcoholes básicos del casis son elixires de larga vida, por lo que han formado parte desde siempre de las mejores boticas. El casis es cuatro veces más rico en vitamina C que la naranja y, por lo tanto, es un antioxidante excelente. Además es muy interesante para la circulación sanguínea, puesto que es vasodilatador. Y esto lo han puesto de relieve varios estudios:
- En 33 mujeres de entre 30 y 45 años, la circulación sanguínea mejoró nada más transcurrir 15 minutos tras ingerir casis.
- En un estudio realizado sobre 10 personas que se pasaban todo el día escribiendo en el ordenador, el casis permitió una mejoría de la circulación sanguínea de los antebrazos.
Olivo (Olea europea)
El olivo es ya conocido como remedio tradicional para reducir la hipertensión arterial en todos los países que bordean el Mediterráneo. Los resultados de ensayos clínicos son concluyentes, aunque el descenso de la tensión arterial no sea gigantesco. Un estudio realizado en 30 sujetos que padecían hipertensión puso de manifiesto que un tratamiento a base de olivo permitía reducir la presión sanguínea. Otro estudio se llevó a cabo en 40 pares de gemelos que estaban en el límite de sufrir hipertensión. Tan sólo el grupo que recibió dosis importantes de extracto de hojas de olivo vio un descenso significativo de su presión sanguínea. La Agencia Europea del Medicamento (EMA) también aprueba su uso para promover la eliminación de los líquidos retenidos a través de la orina. De esta forma puede ayudar a aliviar la hinchazón de piernas derivada de este problema. Sin embargo, no se ha llevado a cabo ningún estudio doble ciego y controlado contra placebo. Por lo tanto, se necesitan otros estudios que sigan una metodología más rigurosa, como los ya llevados a cabo en animales, para confirmar la eficacia del olivo en la reducción de la tensión arterial. Mientras llegan para demostrar lo que ya se sabe, desde luego el olivo puede considerarse una estrategia eficaz en caso de problemas circulatorios, sobre todo en combinación con otras plantas.
Mirtilo (Vaccinium myrtillus)
El mirtilo o arándano morado forma parte de las “superfrutas” cuyo potencial lleva interesando mucho a los científicos desde hace varios años. Se trata de un antioxidante muy potente, rico en antocianósidos, que se utiliza para ralentizar el envejecimiento, mejorar la visión nocturna y luchar contra las enfermedades del corazón, el riesgo de cáncer y las enfermedades degenerativas. Las primeras confirmaciones de su eficacia datan de principios de la década de 1980, una época en la que varios estudios realizados sobre 569 personas demostraron la eficacia del mirtilo para aliviar y tratar la insuficiencia venosa. Hablamos de insuficiencia venosa o mal retorno venoso cuando la sangre no logra volver a subir desde las extremidades, como las piernas, y llegar al corazón. Hace poco se llevó a cabo un estudio simple ciego contra placebo en 181 personas que iban a someterse a una operación otorrinolaringológica, es decir de oído, nariz o laringe. Los sujetos que recibieron extracto de mirtilo durante diez días antes de la operación tuvieron menos sangrado durante la misma y ninguna hemorragia en los días posteriores, lo que demostraba que el mirtilo permitía controlar mejor la presión sanguínea. Otros estudios más sólidos (doble ciego, aleatorizados y con placebo) confirmaron la eficacia del mirtilo en los problemas de circulación sanguínea.
La sinergia de las plantas
Como dijo Aristóteles, “el todo es más que la suma de las partes”, lo que define perfectamente el actual concepto de sinergia. Tomar un complejo que contenga vid roja, casis, olivo y mirtilo permitiría aprovechar los efectos de la sinergia de estas plantas para mejorar la circulación sanguínea. Los estudios han demostrado que todas ellas poseen algún efecto positivo, aunque sea moderado, pero combinándolas es posible aumentar su eficacia global sobre la circulación sanguínea. Como cada planta aporta sustancias activas diferentes, puede centrarse en distintos elementos del sistema sanguíneo. Asimismo, cada una de estas plantas ofrece beneficios que van más allá de la salud del sistema sanguíneo, pues tienen efectos positivos contra el cáncer, antienvejecimiento, de control de la diabetes, contra las enfermedades degenerativas, para la vista, etc. Así pues, puede aprovechar todos sus efectos acumulados. Como cada persona es única, puede que usted no note los efectos de alguna de estas plantas y que, en otra persona, por el contrario, resulte mucho más eficaz. O viceversa. El complemento que hoy le recomendamos tiene ventajas añadidas: sus ingredientes son 100% naturales y su exclusiva combinación de plantas mejora su biodisponibilidad. Y además utiliza una tecnología de encapsulación en microgránulos que permite que los principios activos superen la barrera gástrica y actúen en el lugar más pertinente mediante una liberación prolongada. Es decir, durante ocho horas usted irá recibiendo el aporte de sus principios activos, para un mejor confort circulatorio periférico. Recuerde: es importante que consulte a su médico siempre que decida tomar un complemento nutricional, aunque sea natural, sobre todo en caso de duda o si está tomando alguna medicación. ¡A su salud! Felipe M. Miller |
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