viernes, 26 de agosto de 2016

EL ARTE DE ESCUCHAR Y CAPTAR


Cuando el intelecto está concentrado con tanta sensibilidad que puede reconocer la realidad detrás de las apariencias, a veces, se dice que es intuición. Ser intuitivo a menudo significa que el tercer ojo es capaz de sintonizar con las vibraciones ocultas y silenciosas de otras personas y situaciones. Las vibraciones son energías que todas las cosas están transmitiendo constantemente, especialmente las cosas vivas y las personas. Una persona puede no decir nada, o puede incluso decir lo contrario de lo que él o ella siente, pero somos capaces de entender esta contradicción o bien a través de las expresiones faciales, o bien por el lenguaje corporal, o bien captando los pensamientos.
El médico usa el estetoscopio para "escuchar" el cuerpo del paciente y para examinar   y entender el pulso y el ritmo del cuerpo con el fin de determinar la salud de la persona; ¡eso es como una tercera oreja!
Si el intelecto desea entender el pulso de otra persona, para realmente colaborar y ayudar de forma adecuada, hay que tener la capacidad de un tercer oído, lo cual significa desarrollar el arte de escuchar y captar realmente las necesidades de la situación y la persona. Cuando el intelecto se usa como un estetoscopio, necesita ser muy introspectivo, muy concentrado y muy abierto. De esta manera, el intelecto se usa como un tercer ojo y un tercer oído; ver y escuchar se convierten en la misma cosa y esta percepción conlleva asistencia creativa y constructiva a muchas enfermedades que ahora asolan el espíritu humano.

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