Cuando uno está mal porque tiene ansiedad o siente que está deprimido, acudir a la consulta del psicólogo o del psiquiatra puede resultar peligroso. Hay casos de malestar extremo (depresión profunda) y ansiedad (crisis de pánico) que conciernen a la medicina. Pero hoy en día, en muchas ocasiones no está enfermo quien se siente mal, ni es él quien debe cambiar, sino el mundo que le rodea. No se fíe de las soluciones preestablecidas por la psiquiatríaPor su formación, la función de los psiquiatras y psicólogos consiste en ayudarnos a cambiar nuestra visión del mundo para conseguir que seamos más felices, ya sea mediante medicamentos, psicoanálisis o terapias cognitivo-conductuales.Aunque esto no siempre es una buena idea. La hija de un amigo intentó suicidarse el mes pasado. Estuvo ingresada en el hospital, donde los psiquiatras la estuvieron tratando durante una semana, prohibiendo a su familia que tuviera cualquier contacto con ella. Trataron de ayudarle a cambiar su forma de ver la vida y a tener una mejor percepción de sí misma. Al mismo tiempo, le estuvieron administrando medicamentos (ansiolíticos) para acabar con su angustia. El problema es que esta chica no tenía ningún problema psicológico. Deseaba ponerle fin a todo porque llevaba meses siendo víctima de intolerables agresiones y humillaciones (relacionadas con su físico) en el instituto, pero la dirección del centro no intervenía para protegerla. Los psiquiatras del hospital no podían hacer nada para cambiar eso; no tenían ninguna autoridad sobre la dirección del instituto. Por ello decidieron desde su posición administrarle medicamentos, así como sesiones de psicoanálisis, para después enviarla de vuelta al instituto, cruzando los dedos. Una sociedad deterioradaEn su libro “Psicoanálisis de la sociedad contemporánea: hacia una sociedad sana” (1955), el psicoanalista Eric Fromm escribía:“A pesar de todo, numerosos psiquiatras y psicólogos rechazan la idea de que la sociedad en su conjunto pudiera estar enferma. Sostienen que el problema de la salud mental en la sociedad solamente afecta a una minoría de individuos “inadaptados” y no a la propia cultura incapaz de adaptarse a los individuos”. (1) ¿Vivimos en una sociedad sana y aquellos con problemas para adaptarse son enfermos que deben recibir tratamiento? ¿O quizá es nuestra sociedad la que está deteriorada? En ese caso sería lógico que muchas personas hoy en día tuvieran problemas emocionales para soportar las condiciones de vida: “Una sociedad enferma es una sociedad que crea hostilidad y desconfianza mutuas, que transforma al hombre en un instrumento explotado por los demás y le priva de la sensación de tener valor por sí mismo, excepto cuando se somete a los demás y se convierte en un autómata”, decía Fromm. En lo que a mí respecta, me parece que efectivamente la agresividad, la indiferencia y la maldad se han hecho omnipresentes. En tan sólo 24 horas, yo mismo he presenciado las siguientes escenas:
¿“Antes se vivía mejor”?No tengo ni idea de qué necesitaríamos hacer para cambiar todo esto, pero una cosa está clara: si decimos hoy en día en público que, para algunas cosas, “antes se vivía mejor”, por sistema alguien vendrá a llamarnos anticuados y conservadores.Y sin embargo, debemos abrir los ojos. Las personas a quienes la vida les sonríe no son capaces de ver el grado de aflicción, pasividad, hastío, aislamiento y deshumanización que impera en el resto de la sociedad. La proliferación de personas crispadas, los colegios que tan sólo proponen un único modelo para todos los niños, trabajar en burocracias gigantes e inútiles (ya sean públicas o privadas), los gobiernos que nos tratan como un número… Todo esto transforma las relaciones personales, favoreciendo el miedo frente a la amabilidad, la manipulación frente al respeto, la eficacia de las máquinas frente a las necesidades emocionales de los seres humanos, la dependencia frente a la libertad. ¿Se puede decir que sienten una nostalgia enfermiza las personas que sufren en un mundo en el que sienten que… …el sistema sanitario, antes que fomentar la salud, explota la enfermedad? ...la soledad adquiere tintes de epidemia? Hoy en día, casi una de cada cuatro personas mayores vive sola en nuestro país y la mayoría de ellas manifiestan sentimientos de soledad y aislamiento. (3) ...por todas partes se informa de catástrofes ecológicas? …los políticos gastan toda su energía en mentir y enzarzarse en peleas entre ellos? …los conflictos armados recorren de punta a punta todo el planeta? yo creo que no. Habría que reservar la psiquiatría para aquellas personas que realmente padecen problemas psíquicos. Pero, ¿para el resto? No pidamos a la medicina que nos ayude a cerrar los ojos y a taparnos los oídos gracias a las “pastillas de la felicidad”. Tenemos cosas mucho mejores que hacer. Sobrevivir (y alcanzar la felicidad) en un entorno hostilEsto es lo que yo recomiendo hacer no sólo para sobrevivir, sino también para alcanzar la felicidad cuando uno tiene la sensación de que todo a su alrededor funciona objetivamente mal:
¡A su salud! Juan-M Dupuis |
viernes, 11 de diciembre de 2015
7 consejos para ser feliz cuando todo se ve negro
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