El buen liderazgo se basa en habilidades ocultas como los sentimientos puros, la fe y la confianza. Gracias a estos la mente y la tarea avanzan en la dirección correcta.
Equivocarse es humano, pero si tienes elevadas esperanzas depositadas en alguien, los errores pueden eliminarse. Dudar de las personas tiene exactamente el efecto opuesto.
Creer en alguien, expresar sentimientos de confianza, no decirle lo que tiene que hacer, pero ponerse a un lado y observar con fe, esto es lo que permite que una tarea se realice de la forma correcta.
Para cultivar estas habilidades espirituales, deberías evitar toda presunción, aprender a ser sensible y permanecer alerta. Así mismo, es bueno cuidar tu propia salud espiritual. Y, cuando falte algo, evita mirar a los demás; mira en tu interior, ve lo que queda por hacer y hazlo.
Equivocarse es humano, pero si tienes elevadas esperanzas depositadas en alguien, los errores pueden eliminarse. Dudar de las personas tiene exactamente el efecto opuesto.
Creer en alguien, expresar sentimientos de confianza, no decirle lo que tiene que hacer, pero ponerse a un lado y observar con fe, esto es lo que permite que una tarea se realice de la forma correcta.
Para cultivar estas habilidades espirituales, deberías evitar toda presunción, aprender a ser sensible y permanecer alerta. Así mismo, es bueno cuidar tu propia salud espiritual. Y, cuando falte algo, evita mirar a los demás; mira en tu interior, ve lo que queda por hacer y hazlo.
B. Kumaris
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si consideras que te ha gustado o simplemente no te gusta lo que esta aquí escrito házmelo saber, me ayudara a superarme.