Amamos más a los perros que a las personas confirmado por la
ciencia, los preferimos a algunas personas, e incluso sentimos más empatía hacia ellos que hacia nuestros semejantes. En un estudio publicado en la revista Society & Animals, a unos 240 estudiantes voluntarios se les hizo leer historias falsas de periódicos sobre ataques a perros y personas.
Las historias trataban de un bebé de un año de edad, un adulto de 30 años, un cachorro o un perro de seis años que fue golpeado con un bate de béisbol por un agresor desconocido y dejado inconsciente con una pierna rota, así como múltiples laceraciones.
Los niveles de empatía hacia el cachorro, el perro mayor y el bebé humano se encontraban en niveles similares cuando los investigadores encuestaron a sus voluntarios. El humano adulto quedó último. El perrito era con el que más se empatizaba, seguido por el bebé humano, el perro más viejo y, finalmente, el adulto humano.
El mes pasado, otro estudio publicado en Scientific Reports indicaba que los perros son más emotivos con sus caras cuando su ser humano los está mirando, lo que indica que reservan expresiones específicas solo para sus mejores amigos de dos patas.
“Los hallazgos parecen apoyar la evidencia de que los perros son sensibles a la atención de los humanos y que las expresiones son intentos potencialmente activos de comunicarse”
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