El de eucalipto es un aceite esencial de virtudes medicinales excepcionales.
Se extrae de las hojas secas de un árbol de origen australiano (hoy día presente en medio mundo, también en España), el Eucalyptus globulus, y se compone en un 70% de cineol, un éter de terpeno.
Sin embargo, los aceites brutos contienen hasta 100 compuestos químicos diferentes. Los principales son 1,8-cineol, alfa-pineno, beta-pineno, alfa-felandreno, limoneno, terpinen-4-ol, aromadendrene, epiglobulolo, piperitona y globulolo.
Los terpenos son una especie de hidrocarburo natural que producen muchas plantas, y uno de los principales componentes de la resina de las coníferas y del aguarrás (también llamado trementina o esencia de pino).
Pero volvamos a nuestro eucalipto australiano, el Eucalyptus globulus. Los aborígenes lo tomaban en infusión como remedio natural para los dolores, las congestiones nasales y los resfriados.
Ya en los años 80 los cirujanos se valían de su aceite esencial como antiséptico durante las operaciones, y en torno a finales del siglo pasado la mayoría de los hospitales ingleses lo utilizaban para limpiar las sondas urinarias.
Además, desde 1949 el aceite de eucalipto está autorizado en Estados Unidos como insecticida y plaguicida (para matar polillas o garrapatas).
Efecto analgésico
Diversas investigaciones apuntan a que el aceite de eucalipto tiene propiedades analgésicas notables, por lo que entre sus efectos está el de disminuir el dolor. Un estudio publicado en la American Journal of Physical Medicine and Rehabilitation concluyó que una mezcla de aceites esenciales de eucalipto y menta piperita “produce una reacción psicológica significativa capaz de reducir el dolor y servir a los deportistas como una forma pasiva de calentamiento”.
Puede utilizarse también para realizar masajes en caso de artrosis y reumatismos.
Para las vías respiratorias
Asimismo, el aceite de eucalipto es eficaz contra los dolores e inflamaciones de las vías respiratorias, la tos, el asma, la bronquitis, la sinusitis… Debe tomarse el aceite diluido por vía oral (es decir, bebiéndolo) o dejar caer una gota de aceite esencial sin diluir sobre el algodón de un bastoncillo, cuyo olor se aspirará regularmente.
Un estudio publicado en la revista Clinical Microbiology and Infection constató que el aceite de eucalipto poseía una acción antibacteriana sobre los gérmenes patógenos de las vías respiratorias superiores.
Estimula el sistema inmunitario
El aceite de eucalipto también sirve para estimular el sistema inmunitario. De acuerdo con otro estudio publicado en BMC Immunology, el extracto de aceite de eucalipto contribuiría a la respuesta inmunitaria innata.
Puede instalarse en la habitación de una persona enferma un difusor de este aceite esencial, o añadirse unas gotas en el agua de la bañera.
Regula las secreciones mucosas
Este aceite puede ser usado, además, para regular la expectoración de secreciones mucosas, al tiempo que contribuye a mantenerlas en un buen estado de humedad.
Y el mismo efecto tiene sobre la piel, lo cual explica que pueda encontrarse en la mayoría de cremas solares naturales. En ese caso, se mezcla con otros aceites esenciales para diluirlo (aceite de almendra dulce, de argán, de coco virgen…). Yo le recomiendo que empiece por incluir una gota de aceite de eucalipto por cada dos cucharadas de aceite de dilución, y que luego vaya aumentando la dosis según sea necesario.
Buena para los dientes y la mente
Este aceite también es efectivo contra las bacterias responsables de las caries y las inflamaciones de las encías. De hecho, esa es la razón por la que a veces nos lo encontramos entre los componentes de las pastas dentífricas o los enjuagues bucales. También existen numerosísimas grageas, chicles y caramelos con sabor a eucalipto.
Sus compuestos orgánicos volátiles (COV) ofrecen un efecto refrescante y estimulante. Son muy eficaces en caso de agotamiento mental o nervioso, ya que estimulan la actividad intelectual y el flujo sanguíneo en el cerebro.
Combate los mosquitos
El uso del aceite de eucalipto en cualquiera de sus formas por lo general aleja a los insectos, algo que no está de más tener en cuenta, ya que nos vemos amenazados por virus y enfermedades que ellos transmiten.
3 plantas-condimento que serán también sus mejores 'medicamentos'
Mire en su despensa. No hace falta ir más lejos para encontrar soluciones naturales y eficaces para un gran número de problemas. El romero, sin ir más lejos, esa hierba aromática que combina de maravilla con las carnes y aromatiza aceites y aderezos, es muy rico en principios activos y tiene un poder protector de amplio espectro: es antiséptico, antiespasmódico, depurativo, estimulante estomacal, diurético, hipotensor y también facilita la expulsión de la bilis de la vesícula. El laurel, cuyas hojas no faltan en ninguna cocina como condimento, es especialmente eficaz para favorecer la cicatrización y aliviar el dolor localizado, entre otras aplicaciones. Y del eucalipto ya está viendo en este texto de Tener S@lud sus casi infinitas aplicaciones.
Elabore su propio aceite esencial de eucalipto
El aceite esencial de eucalipto se extrae de sus hojas frescas recogidas de las ramas más jóvenes. Se destila al vapor, pero el proceso de elaboración es muy simple.
De hecho, usted mismo podría fabricarlo en su propia casa, ahorrando algo de dinero y asegurándose un producto recién elaborado y del que siempre podrá disponer cuando lo necesite. Aquí le dejo la receta de aceite de eucalipto del Dr. Joseph Mercola que podrá preparar usted mismo.
Ingredientes y material necesario:
- Una báscula de cocina.
- 25 g de hojas de eucalipto (puede comprarlas en una herboristería).
- 1 litro de aceite de oliva u otro aceite de dilución.
- Una olla a presión.
- Un colador fino.
- Un recipiente opaco y hermético.
Preparación:
- Desmenuce con cuidado las hojas con sus dedos para liberar los aceites.
- Después meta las hojas en la olla a presión, añada el aceite y tápela. Póngala a fuego mínimo y deje la mezcla cocerse durante seis horas.
- Filtre el aceite obtenido con un colador y guárdelo en un frasco hermético bien cerrado.
Lo mejor será que escriba la fecha de ese día en el recipiente. El aceite de eucalipto debe conservarse en un lugar fresco y seco y puede utilizarse durante seis meses. Si fuese necesario, podría guardarlo en uno de los estantes menos fríos de su nevera (el reservado a las verduras, por ejemplo); ahí puede permanecer en buenas condiciones de uso incluso el doble de tiempo.
Además, el aceite esencial de eucalipto podrá servirle para preparar otro remedio: si mezcla la misma cantidad de éste y de vinagre de sidra, tendrá un fabuloso bálsamo con el que tratar heridas, forúnculos y picaduras de insecto.
¿Es peligroso el aceite de eucalipto?
Los aceites esenciales son productos activos. Si poseen una alta concentración, queman las mucosas y pueden provocar numerosos efectos secundarios (náuseas, diarreas, vómitos…).
El aceite de eucalipto fabricado según las indicaciones anteriores nunca será peligroso para un adulto, ya que se aplica sobre la piel. Sin embargo, sí hay que evitar aplicarlo sobre la cara o la nariz de niños menores de dos años.
Para uso interno (es decir, ingiriéndolo por vía oral), consulte siempre previamente con su médico.
Por lo general, las mujeres embarazadas y lactantes deben ser especialmente prudentes a la hora de utilizar aceites esenciales.
¡A su salud!
Juan-M. Dupuis |
Muy interesante, el romero y el laurel lo tengo en casa y preparo los guisos y asados de carne, el eucalipto no lo tengo.
ResponderEliminarGracias duendecillo, me lo llevo, un abrazo.
C.........